TEGUCIGALPA, 9 de abril — La IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) comenzó este miércoles con un mensaje contundente de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien destacó la urgencia de fortalecer la integración regional frente a los desafíos globales. Durante el evento, Castro traspasará la presidencia pro tempore del foro al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en una ceremonia que marca el inicio formal de las deliberaciones.


Un Mensaje por la Soberanía y la Integración

En su discurso inaugural, Xiomara Castro subrayó que la Celac no es una organización perfecta, pero representa un ideal compartido por los libertadores y próceres de América Latina y el Caribe: la integración soberana frente al colonialismo y las grandes potencias.

«La Celac no es una organización perfecta, pero es nuestra, nace de un sueño, de un ideal, una utopía en nuestros libertadores y próceres: la integración de América Latina y el Caribe frente al colonialismo de las grandes potencias como sujeto histórico soberano y solidario, no como zona de sacrificio que nos impone el capital global», afirmó Castro.

La presidenta hondureña criticó duramente el modelo neoliberal impulsado por el Consenso de Washington en los años 90, al que responsabilizó de haber “vaciado nuestras economías”, endeudado a los países y concentrado la riqueza en pocas manos, mientras privatizaba servicios públicos y explotaba los recursos naturales.

«Este sueño de la unidad, de la patria grande, es hoy más urgente que nunca, cuando el viejo orden neoliberal impuesto a nuestro país colapsa y las grandes potencias como Estados Unidos redibujan su mapa económico sin preguntarse qué pueblos quedan atrás», recalcó.

Castro también instó a los líderes regionales a evitar repetir “las recetas del fracaso” y a buscar nuevos caminos para la integración:

«Señores presidentes y presidenta, no podemos seguir caminando separados cuando el mundo se reorganiza sin nosotros, pero tampoco podemos unirnos repitiendo las recetas del fracaso».


Una Región Fragmentada ante Nuevas Presiones

La cumbre ocurre en un contexto de profunda fragmentación política, social y económica en América Latina y el Caribe. Los países de la región enfrentan una serie de desafíos comunes, pero carecen de una estrategia unificada para abordarlos, especialmente frente a las nuevas medidas comerciales impuestas por Estados Unidos.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, quien asumirá la presidencia pro tempore de la Celac, adelantó que propondrá actuar “en bloque” para enfrentar los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump, que entraron en vigor este miércoles. Según Petro, la región debe “abrirse al mundo” y negociar desde una posición común para contrarrestar el impacto de estas medidas.

Los aranceles afectan directamente a la mayoría de los países de la región, con tasas del 10 % aplicadas a la mayoría de los productos. Sin embargo, algunos países enfrentan gravámenes aún mayores:

  • Venezuela: 15 %
  • Nicaragua: 18 %
  • Guyana: 38 %

Estas medidas forman parte de una guerra comercial declarada por Washington que golpea de lleno a América Latina y el Caribe, exacerbando las tensiones económicas y políticas en una región ya debilitada por la fragmentación interna y las crisis migratorias.


Asistencia y Ausencias Notables

A la cumbre asisten una decena de presidentes de los 33 países que conforman la Celac, incluidos líderes clave como Gustavo Petro (Colombia), Luis Arce (Bolivia) y Gabriel Boric (Chile). Sin embargo, destacan las ausencias de figuras importantes como Jair Bolsonaro (Brasil) y representantes de otros países que han mostrado menor interés en el foro en los últimos años.

Esta baja participación refleja la falta de consenso y liderazgo dentro de la región, así como las divisiones ideológicas y políticas que han dificultado la consolidación de la Celac como una fuerza unificada.


Propuestas y Desafíos para el Futuro

Uno de los principales retos de la cumbre será definir una agenda común que permita a los países de América Latina y el Caribe responder de manera coordinada a las presiones externas, particularmente las relacionadas con el comercio internacional y las políticas migratorias. Además, los líderes deben abordar temas urgentes como:

  • La crisis climática y la protección de los recursos naturales.
  • Las desigualdades sociales y económicas que afectan a millones de personas en la región.
  • La necesidad de fortalecer instituciones democráticas y combatir la corrupción.

El presidente Petro ha sido uno de los voceros más activos en proponer soluciones regionales, como la creación de una moneda común latinoamericana y la promoción de una economía verde que priorice la sostenibilidad sobre el extractivismo.


Conclusión: Una Oportunidad para Reinventarse

La IX Cumbre de la Celac representa una oportunidad crucial para que América Latina y el Caribe reafirmen su compromiso con la integración y la soberanía frente a un mundo cada vez más polarizado. Sin embargo, la falta de unidad y la ausencia de estrategias claras podrían limitar el impacto del foro en momentos en que la región necesita más que nunca hablar con una sola voz.

Como destacó Xiomara Castro, la Celac no es perfecta, pero es un espacio propio, construido desde los ideales de unidad y solidaridad que inspiraron a los libertadores de la región. Ahora, más que nunca, es momento de superar las divisiones y trabajar juntos para enfrentar los desafíos globales que amenazan el futuro de América Latina y el Caribe.

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