LA PAZ, Bolivia, 3 de marzo.— Al menos 15 personas fallecieron este lunes en un nuevo accidente de tránsito en la ruta que une las ciudades de Potosí y Oruro, en el sur de Bolivia. Este siniestro ocurrió apenas dos días después de otro devastador choque en la misma vía que dejó 37 muertos y 40 heridos, convirtiéndose en el accidente más mortífero del año en el país durante el largo feriado de carnavales.

En lo que va de poco más de un mes, esta peligrosa carretera ha sido escenario de tres tragedias con un saldo acumulado de 81 víctimas fatales, incluyendo un accidente en febrero que cobró la vida de 29 personas.


El Accidente del Lunes

El comandante de la policía de Potosí, coronel Limbert Choque, informó que el accidente ocurrió tras una colisión frontal entre una vagoneta y un autobús de pasajeros en la carretera que conecta las ciudades de Potosí y Oruro. Según los primeros reportes:

  • El autobús se desbarrancó entre 500 y 800 metros, dificultando enormemente las labores de rescate.
  • Hasta el momento, se han confirmado 15 fallecidos, aunque las autoridades advierten que el número podría aumentar a entre 15 y 20 víctimas mortales debido a la complejidad del terreno.
  • 19 heridos fueron trasladados a hospitales de Potosí para recibir atención médica.

El coronel Choque explicó que la causa inmediata del accidente fue que la vagoneta invadió el carril contrario, impactando al autobús. El conductor de la vagoneta fue detenido y está bajo investigación.


El Trágico Antecedente del Sábado

Este nuevo accidente revive el dolor causado por el siniestro del sábado, cuando dos autobuses colisionaron a alta velocidad en la misma ruta, dejando 37 muertos y 40 heridos. Entre las víctimas había seis turistas extranjeros, incluyendo una menor alemana y cinco peruanos que habían visitado el famoso Salar de Uyuni, uno de los principales destinos turísticos de Bolivia.

Las investigaciones preliminares revelaron que uno de los conductores había consumido alcohol, un factor recurrente en muchos de los accidentes viales en el país.


Una Ruta Mortal

La carretera entre Oruro y Potosí, de 319 kilómetros, es conocida por su alto índice de accidentes debido a sus condiciones precarias y la falta de control policial efectivo. Según datos oficiales, en promedio 1.400 personas mueren cada año en las carreteras bolivianas, muchas de ellas en rutas como esta, donde el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y la imprudencia son factores comunes.

El último mes ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de mejorar la infraestructura vial y reforzar las medidas de seguridad en estas zonas críticas. Sin embargo, las autoridades enfrentan serios desafíos para implementar controles efectivos en un país donde las carreteras son vitales para conectar comunidades remotas.


El Impacto del Feriado de Carnavales

El período de carnavales, que incluye varios días festivos consecutivos, suele ser una temporada de alto riesgo en las carreteras de Bolivia debido al aumento significativo en el flujo vehicular. Familias enteras y turistas utilizan estas fechas para viajar, muchas veces sin tomar las precauciones necesarias.

Este año, los accidentes han dejado un saldo especialmente devastador, con decenas de familias afectadas y comunidades enteras de luto. Las autoridades han pedido a la población conducir con mayor responsabilidad y evitar el consumo de alcohol antes de manejar.


Una Crisis Vial que Requiere Soluciones Urgentes

Los recientes accidentes en la ruta entre Potosí y Oruro han evidenciado una vez más la vulnerabilidad de las carreteras bolivianas y la necesidad de abordar este problema estructuralmente. Aunque las autoridades han declarado emergencias y prometido mayores controles, la falta de inversión en infraestructura y la cultura de conducción irresponsable siguen siendo obstáculos difíciles de superar.

Mientras tanto, las comunidades afectadas por estas tragedias enfrentan un duelo colectivo que pone de relieve la fragilidad de la vida en estas carreteras mortales. La esperanza es que estos eventos sirvan como un llamado de atención para priorizar la seguridad vial y evitar que más familias pierdan a sus seres queridos en circunstancias tan evitables.

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