COCHABAMBA, 27 feb.- El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) oficializó este jueves su renuncia al Movimiento al Socialismo (MAS), partido que lideró durante casi tres décadas, mediante un documento presentado ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) por su abogado. Este paso marca el inicio de su candidatura presidencial para las elecciones del 17 de agosto, bajo las siglas del Frente para la Victoria (FPV), en medio de profundas diferencias con el actual presidente Luis Arce y la facción ‘arcista’ del MAS.
La Ruptura Definitiva con el MAS
Morales justificó su decisión argumentando que no puede seguir formando parte de un gobierno que considera corrupto y alejado de los principios fundamentales de la Revolución Democrática y Cultural, como se denominaron los gobiernos del MAS desde 2005. Según declaraciones de su representante legal, Héctor Rodríguez, quien tramitó la renuncia ante el Tribunal Electoral Departamental de Cochabamba:
«La renuncia ha sido presentada en resguardo de nuestra Revolución Democrática y Cultural. No podemos formar parte de un Gobierno que se ha corrompido y ha traicionado los principios básicos y fundamentales.»
Este movimiento formaliza una ruptura que comenzó a evidenciarse tras la crisis política de 2019, cuando Morales renunció a la presidencia tras denuncias de fraude electoral y fuertes protestas. Desde entonces, las tensiones entre el expresidente y el actual mandatario, Luis Arce, han escalado debido a diferencias en el manejo del Ejecutivo y el control interno del MAS.
Un Proceso Judicial y Político Complejo
El exmandatario había intentado presentar su retiro del MAS el martes a través de un delegado, pero el TSE rechazó inicialmente el trámite, argumentando que debía realizarse en persona o mediante un “poder específico notariado”. Finalmente, Morales optó por delegar esta tarea a su abogado, ya que permanece refugiado en el Trópico de Cochabamba, su bastión político y sindical, rodeado de seguidores que buscan evitar que se ejecute una orden de aprehensión en su contra por una investigación relacionada con el delito de trata agravada de personas.
En noviembre pasado, Morales dejó de ser el presidente formal del MAS después de que los órganos judicial y electoral validaran un congreso realizado en mayo de 2024 por la facción ‘arcista’, que eligió como nuevo líder del partido al dirigente campesino Grover García, cercano al Gobierno de Arce.
Apoyo Masivo de Militantes ‘Evistas’
Desde el lunes, cientos de militantes leales a Morales han comenzado a renunciar al MAS en señal de respaldo al expresidente. Según cifras del portavoz del TSE, Tahuichi Quispe, en los primeros dos días se registraron 1.686 renuncias de los más de un millón de afiliados que tiene el partido oficialista.
Sin embargo, los legisladores ‘evistas’, incluidos varios senadores y diputados, permanecerán formalmente en el MAS para evitar procesos por transfugio político, lo que podría llevar a la pérdida de sus escaños en el Parlamento. El senador ‘evista’ Leonardo Loza aseguró que las renuncias continuarán incluso “hasta un día antes de las elecciones generales”.
Luis Arce: Precandidato del MAS
Por su parte, el presidente Luis Arce figura como precandidato a la reelección por el MAS y ha sido proclamado en múltiples actos públicos mientras entrega obras de su administración. Sin embargo, la decisión final sobre su candidatura será definida en un cónclave del MAS previsto para abril.
Arce enfrentará ahora una campaña complicada, no solo por la división interna del partido, sino también por la competencia directa que representa Morales, quien busca consolidarse como una alternativa dentro del espectro político del MAS tradicional.
Morales Apuesta por el Frente para la Victoria
Con la creación del Frente para la Victoria (FPV), Morales busca capitalizar el descontento de sectores sociales y sindicales que aún lo ven como un líder histórico. A pesar de un fallo constitucional de 2023 que limita la reelección indefinida y establece que una persona solo puede ser presidente de Bolivia por dos períodos (continuos o discontinuos), Morales asegura estar habilitado para postularse nuevamente.
El expresidente argumenta que su derecho a participar en las elecciones está respaldado por su legado y la conexión con las bases sociales que lo apoyan. Además, critica al actual gobierno del MAS por haber abandonado los ideales originales del partido, acusándolo de corrupción y desviación política.
Un Escenario Político Fragmentado
La división del MAS podría tener implicaciones significativas en el panorama electoral boliviano. Tradicionalmente, el MAS ha sido el partido hegemónico en el país, pero la escisión liderada por Morales podría fragmentar el voto de izquierda y abrir espacio para otras fuerzas políticas.
Mientras tanto, la polarización entre las facciones ‘arcista’ y ‘evista’ plantea interrogantes sobre la capacidad del MAS para mantener su unidad y fortaleza electoral. Para Morales, esta es una oportunidad de recuperar protagonismo político, aunque enfrenta desafíos legales y críticas sobre su gestión pasada.
Conclusión: Una Nueva Etapa en la Política Boliviana
La renuncia de Evo Morales al MAS marca el inicio de una nueva etapa en la política boliviana, caracterizada por la fragmentación del movimiento que llevó al poder a la izquierda indígena hace casi dos décadas. Con su candidatura bajo el FPV, Morales busca reconectar con sus bases históricas y plantearse como una alternativa frente al gobierno de Arce.
Sin embargo, su participación en las elecciones dependerá de cómo se resuelvan los desafíos legales y políticos que enfrenta. Mientras tanto, el MAS deberá lidiar con las consecuencias de esta fractura interna, que podría debilitar su posición de cara a los comicios de agosto. La batalla por el liderazgo de la izquierda boliviana está lejos de resolverse, y el futuro político del país parece más incierto que nunca.