BOGOTÁ, 7 de marzo.— El Gobierno colombiano denunció este viernes un grave incidente en el departamento del Cauca (suroeste), donde 29 miembros de la Fuerza Pública fueron secuestrados tras un enfrentamiento con una disidencia de las antiguas FARC. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, confirmó los hechos ocurridos el jueves en los caseríos de El Plateado y La Hacienda, ubicados en los municipios de Argelia y El Tambo.
El Ataque y el Secuestro
Según el ministro, el ataque fue perpetrado por el grupo armado ilegal conocido como Carlos Patiño, una facción del Estado Mayor Central (EMC), considerada la mayor disidencia de las antiguas FARC. Este grupo está profundamente involucrado en actividades de narcotráfico y ha mantenido el control territorial en la región a pesar de los esfuerzos militares.
El incidente comenzó con una asonada de pobladores locales, quienes, según Sánchez, fueron instrumentalizados por el grupo armado. Durante el enfrentamiento, dos vehículos oficiales fueron incendiados, y posteriormente, 29 uniformados fueron secuestrados. Aunque no se especificó si todos los secuestrados pertenecen a la Policía o al Ejército, medios locales indican que la mayoría son miembros de la Policía Nacional.
«La vida y seguridad de los miembros de la Fuerza Pública secuestrados es responsabilidad directa de quienes cometieron este repudiable delito», declaró el ministro en un mensaje publicado en su cuenta de X (anteriormente Twitter).
Contexto: La Operación Perseo
El conflicto en la zona se intensificó después del lanzamiento de la ‘Operación Perseo’, iniciada el 12 de octubre de 2023 con más de mil soldados desplegados para retomar el control de El Plateado, principal bastión del grupo Carlos Patiño. Sin embargo, cinco meses después, el despliegue militar no ha logrado desalojar completamente a las disidencias, que siguen ejerciendo control sobre la región.
El ministro señaló que desde la llegada de las fuerzas militares, el grupo armado ha intentado sembrar miedo entre la población local mediante amenazas constantes y ataques estratégicos:
«Desde su ingreso a la región, la Fuerza Pública ha enfrentado constantes amenazas por parte del Carlos Patiño, que busca frenar la llegada de proyectos sociales y de desarrollo que benefician a las comunidades», afirmó Sánchez.
Además, acusó al grupo de reclutar menores de edad de manera forzada e instrumentalizar a la población civil para expulsar a las instituciones del Estado y evitar que estas brinden servicios básicos como salud, educación y oportunidades laborales.
Impacto en la Comunidad
El ministro también denunció recientes actos vandálicos que han afectado gravemente a las comunidades locales. Entre ellos destacó la voladura del puente que conecta El Plateado con La Hacienda, un ataque que restringe la movilidad de los habitantes y limita su acceso a servicios esenciales.
«Estas acciones afectan directamente a las comunidades, restringiendo su movilidad y acceso a servicios básicos. Es una muestra más de cómo estos grupos buscan mantener el control territorial», añadió Sánchez.
Política de Erradicación de Cultivos
En un intento por reducir tensiones en la región, el ministro reiteró que en el Cañón del Micay, un paso estratégico para las rutas del narcotráfico, no se llevarán a cabo acciones de erradicación forzada de cultivos de coca. Esta decisión busca evitar mayores enfrentamientos con las comunidades locales, que dependen económicamente de estos cultivos.
Sin embargo, el ministro enfatizó que el Gobierno seguirá trabajando en alternativas legales y programas de sustitución voluntaria para transformar el territorio y ofrecer oportunidades sostenibles a los habitantes.
Un Llamado a la Responsabilidad
El ministro Pedro Sánchez, quien asumió el cargo la semana pasada, hizo un llamado urgente a los líderes del grupo Carlos Patiño para garantizar la seguridad de los uniformados secuestrados. También instó a la comunidad internacional a condenar estos actos y apoyar los esfuerzos del Estado colombiano por restablecer la paz y la legalidad en la región.
«No permitiremos que estas acciones terroristas queden impunes. Seguiremos trabajando para proteger a nuestras comunidades y recuperar el control territorial», concluyó el ministro.
Conclusión: Un Desafío Persistente
El secuestro de los 29 miembros de la Fuerza Pública evidencia la persistente influencia de las disidencias de las FARC en regiones estratégicas como el Cauca. A pesar de los esfuerzos militares, grupos como el Carlos Patiño continúan utilizando tácticas intimidatorias y violentas para mantener su control territorial y financiar sus operaciones a través del narcotráfico.
El Gobierno enfrenta el desafío de equilibrar la seguridad pública con el bienestar de las comunidades locales, muchas de las cuales están atrapadas entre la violencia de los grupos armados y la falta de oportunidades económicas. Mientras tanto, la liberación de los uniformados secuestrados se convierte en una prioridad crítica para evitar una escalada aún mayor del conflicto.
“El Estado no retrocederá en su compromiso de garantizar la paz y el desarrollo en estas zonas”, aseguró Sánchez, subrayando la necesidad de continuar trabajando en soluciones integrales que aborden las causas profundas del conflicto.