Londres, 12 nov.- El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, máximo líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra y figura representativa de los anglicanos a nivel mundial, anunció este martes su renuncia en medio de intensas presiones de sus colegas obispos. La decisión se produce tras la revelación de que en 2013 Welby habría tenido conocimiento de un grave caso de abusos infantiles en la iglesia anglicana, sin haber tomado entonces las acciones oportunas.
Welby, quien ha ocupado el cargo de primado de la Iglesia de Inglaterra desde 2013, declaró que asume “completa responsabilidad” por su gestión en este tema y que su dimisión representa un acto de respeto a las obligaciones institucionales y constitucionales de su posición. Esta salida deja a la Iglesia de Inglaterra en un momento de incertidumbre, cuando diversos sectores piden una revisión profunda de las estructuras de poder dentro de la institución.
El anuncio de Welby, considerado un líder moderado y defensor de la reconciliación, ha generado reacciones mixtas entre los anglicanos. Algunos líderes eclesiásticos han elogiado su transparencia, mientras que otros creen que su respuesta llega demasiado tarde. Su partida abre una etapa de transición en la cual la Iglesia de Inglaterra buscará un sucesor que pueda restaurar la confianza y enfrentar los desafíos éticos y de transparencia en la institución.