La Paz, 2 de noviembre – El presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció este viernes que “grupos armados” afines al ex jefe de Estado Evo Morales (2006-2019) han tomado por asalto tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical de Morales, lo que Arce calificó como un acto de “traición a la patria”. A través de su cuenta en la red social X, Arce informó que los grupos armados han retenido a militares y a sus familias como rehenes, amenazando sus vidas.
El presidente Arce afirmó que la ocupación de las instalaciones militares es un delito grave que atenta contra la Constitución, las Fuerzas Armadas y el pueblo boliviano, que rechaza los bloqueos promovidos por Morales. “Ellos son de origen popular, y muchos también tienen raíces indígenas originarias, como los policías a quienes estos grupos irregulares están disparando”, lamentó el presidente.
La denuncia se produce en el contexto de una operación militar y policial en Cochabamba para despejar bloqueos de carreteras que los seguidores de Morales mantienen desde hace 19 días. Estos bloqueos buscan presionar al gobierno para que retire los procesos judiciales contra Morales por presuntos delitos de trata y estupro, además de demandar soluciones a la situación económica del país.
Arce agregó que las acciones de los grupos armados son un intento de estrangular económicamente al pueblo boliviano y romper el orden democrático, con la intención de desestabilizar su gobierno y asegurar la impunidad en los procesos judiciales. Aseguró que su gobierno continuará trabajando para restablecer el orden público y garantizar los derechos del pueblo boliviano al libre tránsito y acceso a bienes esenciales.
En una carta abierta a Arce, Evo Morales comparó la situación actual con la violencia que sufrió durante el gobierno interino de Jeanine Áñez, quien lo destituyó en 2019. Morales advirtió que si las carreteras son desbloqueadas, Arce será responsable de dividir y herir a Bolivia. Esta situación refleja el creciente distanciamiento entre Arce y Morales, que ha sido evidente desde 2021 debido a diferencias en la administración del Estado y la selección del candidato oficialista para las elecciones de 2025.