Venezolanos siguen encabezando el flujo migratorio por el Darién, con temor a deportaciones y huida tras elecciones en Venezuela

0

Panama, 27 sep. – Los venezolanos continúan siendo la mayoría de los migrantes que cruzan la peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, en su camino hacia Norteamérica. Muchos de ellos describen la travesía como “la peor trampa del mundo”, especialmente tras las controvertidas elecciones en Venezuela el pasado 28 de julio, en las que se proclamó la victoria del presidente Nicolás Maduro sin la publicación de las actas oficiales.

“Ay, hicieron trampa, la peor trampa del mundo”, exclamaba Johanna Calanche, una venezolana de 23 años que viajaba con su hijo de cuatro años. Ambos estaban en una cabaña en un centro panameño de recepción de migrantes, tras haber cruzado varios días la selva. Calanche, quien apoyó logísticamente a la oposición durante las elecciones, relata cómo la falta de resultados la llevó a abandonar el centro de votación. Al día siguiente, su esposo le anunció que tendrían que irse nuevamente: “Nos vamos a tener que ir otra vez… porque perdimos”.

Calanche y su familia ya habían emigrado a Chile, Ecuador, Perú y Colombia. Ante el resultado electoral y las dificultades en Venezuela, decidieron emprender el peligroso viaje hacia Estados Unidos, como tantos otros compatriotas.

Crisis política y migratoria, entrelazadas

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, destacó ante la Asamblea General de la ONU que la crisis migratoria en el Darién está vinculada a la situación política y económica en países como Venezuela. Mulino subrayó que no se puede resolver la crisis migratoria sin abordar los problemas internos de las naciones de origen.

La travesía por el Darién se ha convertido en un reflejo de esta crisis. En 2023, más de 520,000 personas atravesaron la selva, de las cuales el 63% eran venezolanos, según las autoridades panameñas. Este porcentaje se mantuvo estable tras las elecciones de julio. En agosto de este año, 16,603 migrantes llegaron a Panamá, de los cuales el 70% eran venezolanos, aunque la cifra total ha caído en casi un 80% respecto a agosto de 2023, cuando se registraron más de 81,946 llegadas.

El descenso en el número de migrantes es atribuido a las medidas implementadas por el Gobierno panameño, como el cierre de trochas y un acuerdo con Estados Unidos para financiar vuelos de repatriación. Desde el 1 de julio, Washington ha aportado 6 millones de dólares para repatriar migrantes, y hasta ahora, 12 vuelos han regresado a 473 personas a Colombia, Ecuador e India. Sin embargo, los venezolanos no han sido deportados debido a la falta de acuerdos entre Venezuela y Panamá.

El temor a las deportaciones aumenta

El temor a la deportación ha crecido entre los migrantes, un fenómeno nuevo que ha generado incertidumbre y dolorosas separaciones familiares. Franyelis Córdoba, una venezolana, vio cómo su pareja, el colombiano Brayan Pineda, fue deportado a pesar de sus intentos de demostrar que vivían juntos en Colombia. Pineda, un futbolista sin antecedentes criminales, había cruzado el Darién porque Córdoba, como venezolana, no podía viajar en avión.

Asimismo, Laura Valentina Pérez y Yuru Yiseth Rubio, una pareja colombiana, temieron ser deportadas debido a su orientación sexual. Ambas describen el acoso y la discriminación que vivieron en Colombia por ser homosexuales, lo que las llevó a huir. “El tema de que te persigan o quieran abusar de ti por estar con alguien de tu mismo sexo… todo eso nos hizo huir”, explicó Rubio.

A medida que el flujo migratorio disminuye, el panorama para los migrantes sigue siendo incierto. Mientras tanto, la crisis en Venezuela continúa empujando a miles a buscar un futuro más seguro, aunque el peligroso trayecto por el Darién y el temor a la deportación acechan en cada paso del camino.

Publicidad