CIUDAD DEL VATICANO, 9 de mayo.— El nuevo papa, León XIV, ha delineado los primeros compromisos oficiales de su pontificado tras ser elegido como el primer papa estadounidense en la historia de la Iglesia Católica. La prefectura de la Casa Pontificia anunció que la misa de inicio del pontificado se celebrará el domingo 18 de mayo, en la plaza de San Pedro, donde recibirá el anillo del pescador y el palio, símbolos del poder pontificio.

El evento, previsto para las 10:00 hora local (8:00 GMT), contará con la presencia de delegaciones y jefes de Estado de todo el mundo, marcando uno de los momentos más significativos del comienzo de su liderazgo.


Agenda Inicial del Nuevo Papa

Además de la ceremonia inaugural, León XIV tiene una agenda cargada de actividades durante sus primeras semanas:

  • 21 de mayo: Presidirá su primera audiencia general con los fieles.
  • 24 de mayo: Recibirá en audiencia a los miembros de la Curia Romana y a los empleados del Estado de la Ciudad del Vaticano.
  • 20 de mayo: Tomará posesión de la Basílica de San Pablo Extramuros.
  • 25 de mayo: Visitará las basílicas de San Juan de Letrán y Santa María La Mayor, esta última donde reposan los restos de su predecesor, el papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.

Otros compromisos destacados incluyen:

  • 12 de mayo: Audiencia con los periodistas que cubrieron el cónclave.
  • 16 de mayo: Encuentro con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.

Primera Misa en la Capilla Sixtina: Un Llamado a Evangelizar

El viernes, León XIV celebró su primera misa como pontífice en la Capilla Sixtina, rodeado por los 133 cardenales que lo eligieron en la cuarta votación del cónclave. Durante su homilía, denunció la creciente hostilidad hacia la fe cristiana en el mundo contemporáneo y urgió a los fieles a anunciar el Evangelio en contextos adversos.

“Son muchos los contextos en los que la fe cristiana se considera un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes,” lamentó el papa, destacando cómo la tecnología, el dinero, el éxito, el poder y el placer han reemplazado al mensaje evangélico como seguridades modernas.

León XIV criticó la ridiculización y desprecio hacia quienes profesan su fe, señalando que en estos ambientes es aún más urgente evangelizar.

“La falta de fe lleva a menudo consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia y la violación de la dignidad de la persona,” añadió, subrayando la necesidad de testificar la fe gozosa en Jesús como Salvador.

También advirtió contra visiones reduccionistas de Jesús, criticando a aquellos que lo ven simplemente como un líder carismático o un superhombre. Según el papa, esta visión distorsionada no solo afecta a los no creyentes, sino también a muchos bautizados, quienes terminan viviendo “un ateísmo de hecho.”


Un Compromiso Personal y Colectivo

En su discurso, León XIV instó tanto a una conversión personal como a un compromiso colectivo dentro de la Iglesia.

“Es fundamental hacerlo antes de nada en nuestra relación personal con Él, en el compromiso con un camino de conversión cotidiano. Pero también, como Iglesia, viviendo juntos nuestra pertenencia al Señor y llevando a todos la Buena Noticia,” declaró.

El papa también expresó su deseo de “hacerse pequeño” para que Dios sea glorificado, prometiendo dedicarse plenamente a su misión como sucesor de Pedro.

“Que nadie falte la oportunidad de conocerlo y amarlo,” concluyó, reiterando su compromiso con la evangelización global.


Confirmación Temporal de Autoridades Vaticanas

Durante su primera reunión con los cardenales, León XIV confirmó temporalmente a los funcionarios de la Curia Romana y otras autoridades eclesiásticas mientras reflexiona sobre posibles cambios en la estructura administrativa de la Iglesia. Este gesto refleja su intención de tomar decisiones fundamentadas después de un tiempo de oración y debate.


Conclusión: Un Nuevo Capítulo para la Iglesia Católica

El pontificado de León XIV comienza en un momento crítico para la Iglesia Católica, enfrentando desafíos internos y externos. Su llamado a evangelizar en un mundo cada vez más secularizado resuena como un recordatorio de la misión central de la Iglesia: llevar el mensaje de Cristo a todos los rincones del planeta.

“Anunciar el Evangelio donde se ridiculiza a quien cree,” afirmó, dejando claro que bajo su liderazgo, la Iglesia seguirá siendo una voz profética en defensa de la fe, la dignidad humana y la misericordia divina.


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