LIMA, 14 de abril — El mundo de las letras está de luto tras la muerte del escritor peruano-español Mario Vargas Llosa, quien falleció a los 89 años en Lima, rodeado de su familia. Su hijo mayor, Álvaro Vargas Llosa, confirmó el deceso a través de redes sociales, destacando que el autor partió “rodeado de su familia y en paz”.
El premio Nobel de Literatura (2010) deja tras de sí una vasta obra que exploró las complejidades del poder, la resistencia humana y las estructuras sociales. Sus contribuciones a la literatura universal lo convirtieron en uno de los autores más influyentes del siglo XX y XXI.
Un Adiós Íntimo y Sin Ceremonias Públicas
Siguiendo instrucciones previas del propio Vargas Llosa, no habrá ceremonias públicas para despedirlo. Según el comunicado de su familia, “nuestra madre, nuestros hijos, y nosotros mismos confiamos en tener el espacio y la privacidad para despedirlo en familia y en compañía de amigos cercanos”. Además, informaron que el cuerpo será incinerado.
El gobierno peruano lamentó profundamente su pérdida, describiéndolo como un genio intelectual cuya obra perdurará como un legado imperecedero para futuras generaciones. “Su genio intelectual y su vastísima obra permanecerán como legado imperecedero”, señaló la oficina presidencial de Perú en un mensaje en redes sociales.
Una Carrera Literaria Insigne
Vargas Llosa debutó con su libro de cuentos “Los jefes” en 1959, pero alcanzó fama internacional en 1963 con su innovadora novela “La ciudad y los perros”, inspirada en sus experiencias en el Colegio Militar Leoncio Prado. Esta obra provocó controversia al retratar la rigidez y violencia del sistema militar peruano, llegando incluso a ser quemada por las autoridades militares.
En los años siguientes, consolidó su lugar como uno de los líderes del Boom latinoamericano, junto a figuras como Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes. Novelas como “Conversación en La Catedral” (1969) y “La casa verde” (1965) establecieron su reputación como un maestro de la narrativa moderna.

Política y Controversias
Aunque comenzó su carrera política simpatizando con movimientos de izquierda, incluida la revolución cubana liderada por Fidel Castro, Vargas Llosa se distanció gradualmente de estas ideas. Para 1980 declaró que ya no creía en el socialismo como solución para los países en desarrollo. En 1990, postuló a la presidencia de Perú, pero fue derrotado por Alberto Fujimori, quien resolvió el caos político y económico del país, aunque su gobierno terminaría marcado por la corrupción y autoritarismo.
Uno de los episodios más notables de su vida personal ocurrió en 1976, cuando golpeó a su entonces amigo y también premio Nobel Gabriel García Márquez durante un encuentro en Ciudad de México. Los motivos nunca fueron claros, pero marcaron el fin de su amistad.
Una Vida Marcada por la Disciplina y el Trabajo
Desde joven, Vargas Llosa demostró una disciplina excepcional. A los 15 años trabajaba como reportero medio tiempo para el diario La Crónica, mientras escribía novelas en sus ratos libres. Más tarde, trabajó en horarios nocturnos para la agencia France Presse en París, levantándose temprano para dedicarse a su pasión literaria.
Su infancia estuvo marcada por la ausencia de su padre, quien abandonó a su familia antes de su nacimiento. Criado inicialmente por su madre y abuela en Bolivia, descubrió la existencia de su padre biológico cuando tenía 10 años. Este reencuentro familiar lo llevó a mudarse a Lima, donde vivió bajo la estricta tutela paterna, algo que dejó huella en su obra.
Obra y Reconocimiento Internacional
Vargas Llosa recibió numerosos premios a lo largo de su carrera, incluidos el Premio Nobel de Literatura (2010), el Premio Cervantes (1994), el Premio Rómulo Gallegos (1967) y el Premio Planeta (1993), entre otros. En 2023, ingresó como el primer autor de lengua española a la Academia de la Lengua de Francia, destacando la influencia de ese país en su carrera creativa.
Sus últimas obras incluyen “Tiempos recios” (2019), sobre el golpe de Estado en Guatemala de 1954, y “Le dedico mi silencio” (2023), inspirada en la música tradicional peruana. También escribió novelas históricas sobre personajes reales, como “El sueño del celta” (2010), basada en la vida del diplomático irlandés Sir Roger Casement.
Un Legado Imperecedero
Nacido el 28 de marzo de 1936 en Arequipa, Perú, Vargas Llosa siempre mantuvo una relación intensa y ambivalente con su país natal. “El Perú es para mí una especie de enfermedad incurable”, escribió en 1983. Aunque vivió gran parte de su vida en el extranjero, su obra refleja un profundo vínculo con su tierra natal, retratando sus contrastes, conflictos y belleza.
El escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, amigo cercano de Vargas Llosa, alguna vez expresó que su triunfo en la política sería “una pérdida para la literatura”. Hoy, el mundo celebra su inmenso aporte a las letras y reflexiona sobre su legado duradero.
¿Qué nos deja Mario Vargas Llosa? Más allá de los premios y reconocimientos, su obra seguirá siendo un faro para quienes buscan entender el poder, la libertad y la condición humana. Su voz resonará eternamente en las páginas de sus libros, un tributo a una vida dedicada a la palabra escrita.
Descanse en paz un verdadero gigante de las letras.