BRASILIA, 14 de abril — El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro (2019-2022) se encuentra «estable» en la unidad de cuidados intensivos (UCI) tras haber sido sometido este domingo a una complicada cirugía que duró 12 horas, según el último reporte médico divulgado por el hospital donde está ingresado en Brasilia.
El exmandatario, de 70 años, fue intervenido debido a un cuadro de obstrucción parcial del intestino, causado por un pliegue en el intestino delgado que dificultaba el tránsito intestinal. Este problema surgió mientras cumplía con actividades políticas durante una gira, lo que obligó su hospitalización desde el viernes tras manifestar fuertes dolores abdominales.
Detalles de la Cirugía y Condición Actual
Según el equipo médico que atiende a Bolsonaro, la operación «transcurrió sin incidentes» y no fue necesario realizar transfusiones de sangre. Durante el procedimiento, los cirujanos lograron deshacer el pliegue que estaba obstruyendo el intestino delgado, resolviendo así la causa principal del problema.
Antes de la intervención, los médicos realizaron una serie de pruebas clínicas y de imagen que confirmaron la persistencia de la obstrucción intestinal, a pesar del tratamiento inicial administrado tras su ingreso al hospital. Esto llevó a la decisión de realizar la cirugía, que comenzó alrededor de las 10:00 hora local (13:00 GMT).
En su boletín más reciente, los doctores indicaron que Bolsonaro se encuentra estable y bajo monitoreo constante en la UCI. Aunque aún no se ha especificado cuántos días permanecerá internado, su recuperación será evaluada en los próximos días.
Un Historial Médico Marcado por el Atentado de 2018
Este episodio quirúrgico se suma a una larga lista de problemas de salud que han afectado a Bolsonaro desde que sufrió un brutal atentado con arma blanca el 6 de septiembre de 2018, cuando era candidato presidencial. En ese entonces, un hombre con antecedentes de enfermedad mental lo apuñaló en la región abdominal durante un acto de campaña en la ciudad de Juiz de Fora.
Desde entonces, el expresidente ha enfrentado múltiples complicaciones relacionadas con el tracto gastrointestinal, incluidas infecciones, adherencias intestinales y otras secuelas derivadas del ataque. Ha pasado por varias cirugías para corregir daños internos y tratar nuevas complicaciones, convirtiéndose en un paciente frecuente en hospitales.
El Contexto Político: Una Gira Interrumpida
El incidente ocurrió mientras Bolsonaro realizaba una gira política, actividad que ha intensificado en los últimos meses como parte de su esfuerzo por mantenerse relevante en el panorama político brasileño. Líder de la ultraderecha, Bolsonaro busca consolidarse como una figura clave de oposición frente al actual gobierno liderado por Luiz Inácio Lula da Silva, quien regresó al poder en 2023 tras derrotarlo en las elecciones de 2022.
La hospitalización y posterior cirugía forzaron la suspensión temporal de sus actividades, lo que podría tener un impacto en su agenda política inmediata. Sin embargo, su equipo ha asegurado que continuará participando en debates y encuentros tan pronto como su estado de salud lo permita.
Reacciones y Preocupación Nacional
El estado de salud de Bolsonaro ha generado preocupación entre sus seguidores y también en sectores políticos rivales, quienes han expresado deseos de pronta recuperación. Su figura polarizante sigue siendo un punto central en el debate político brasileño, y su condición actual podría influir en cómo se desarrolla su papel en los próximos meses.
¿Qué significa esta cirugía para el futuro político de Bolsonaro? Aunque su recuperación parece estar en curso, los efectos de este nuevo episodio médico podrían limitar temporalmente su capacidad para liderar movimientos o campañas. Sin embargo, su historial de resiliencia sugiere que buscará retomar su agenda tan pronto como sea posible.
Un Líder con una Historia de Supervivencia
Desde el atentado de 2018, Bolsonaro ha demostrado una notable capacidad para superar desafíos físicos y políticos. Este nuevo capítulo médico refuerza su imagen de superviviente, aunque también subraya la fragilidad de su salud tras años de complicaciones derivadas del brutal ataque que casi le cuesta la vida.
Mientras tanto, el país observa con atención la evolución de su estado de salud, consciente de que su figura sigue siendo un actor clave en el escenario político brasileño. La esperanza ahora está puesta en su pronta recuperación y en cómo continuará ejerciendo su influencia en los próximos meses.
Descanse y recupere fuerzas, porque Brasil seguirá necesitando respuestas claras en estos tiempos de incertidumbre.