SANTO DOMINGO, 14 de abril — El municipio de Bajos de Haina, en la provincia de Santo Domingo, despidió este domingo con una emotiva misa colectiva a 25 de las 226 víctimas mortales del colapso del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido el pasado martes. La ceremonia contó con la presencia del presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, y el exjugador de Grandes Ligas y miembro del Salón de la Fama, David Ortiz, quien residió durante años en esta comunidad y perdió amigos cercanos en la tragedia.

El derrumbe del icónico club nocturno ha dejado un profundo dolor en el país, no solo por la cifra récord de fallecidos, sino también por la cantidad de vidas truncadas en pleno disfrute de un concierto de merengue protagonizado por el reconocido artista Rubby Pérez, quien también perdió la vida en el desastre.


Una Ceremonia de Duelo Nacional

La misa, celebrada en medio de un ambiente cargado de tristeza y solidaridad, reunió a cientos de personas que lloraban la pérdida de familiares, amigos y vecinos. Entre los asistentes destacaron figuras políticas como la primera dama Raquel Arbaje, la vicepresidenta Raquel Peña, senadores, alcaldes y gobernadores de la región.

David Ortiz, quien vivió parte de su vida en Bajos de Haina, expresó su dolor tras el servicio religioso: “Un pueblo en el que yo viví un tiempo, aquí conocí mucha gente buena y mucha gente bonita”. Sus palabras resonaron profundamente entre los presentes, quienes lo consideran un hijo adoptivo de la comunidad.

El evento marcó el inicio formal de los funerales masivos para las víctimas del derrumbe, aunque muchas familias ya habían comenzado a enterrar a sus seres queridos en días previos. Las autoridades confirmaron que los 225 cuerpos identificados fueron entregados a las familias, pero la cifra oficial de muertos subió a 226 tras el fallecimiento de una mujer hospitalizada, originaria de Costa Rica.


Un Dolor Colectivo que Marca a la Nación

La tragedia ha impactado profundamente al tejido social dominicano. Personas de todas las edades, desde jóvenes estudiantes hasta adultos mayores, se encontraban en el Jet Set cuando ocurrió el colapso. Entre las víctimas había políticos locales, atletas famosos —como el exjugador de Grandes Ligas Octavio Dotel— y el reconocido diseñador de moda Juan José Guillén.

Julio Jiménez, un ferretero de la comunidad, compartió su dolor con The Associated Press: “Estamos desbaratados, amigo… esto es un dolor de todos, nos toca”. Sus palabras reflejan el sentimiento generalizado de pérdida y devastación que abarca a toda la nación.


Avances en la Atención Médica

Mientras transcurría la misa, las autoridades sanitarias informaron sobre el estado de los sobrevivientes heridos. Según el presidente del Colegio Médico Dominicano, Waldo Ariel Suero, la cifra de hospitalizados permanecía estable en 15 personas.

Por su parte, Julio Landrón, director del Hospital Traumatólogo Ney Arias Lora, donde fueron llevados la mayoría de los heridos graves, indicó que tres pacientes críticos habían mejorado y fueron trasladados a salas normales. Actualmente, solo dos personas mantienen un pronóstico reservado en ese centro médico.

A pesar de estos avances, las familias de los afectados enfrentan un proceso emocionalmente agotador mientras esperan respuestas sobre las causas del colapso y justicia para las víctimas.


¿Qué Falló? Investigación en Curso

Las autoridades continúan investigando las causas del colapso estructural que provocó una de las peores tragedias en la historia reciente de República Dominicana. Preliminarmente, se sospecha que la falta de mantenimiento adecuado y el posible incumplimiento de normas de seguridad podrían haber contribuido al desastre.

El gobierno ha prometido una investigación exhaustiva para determinar responsabilidades. Sin embargo, la lentitud inicial en la respuesta y las discrepancias en la comunicación han generado críticas hacia las autoridades locales y nacionales.


Solidaridad y Reflexión Nacional

El desastre en Jet Set ha unido a la nación en duelo, pero también ha expuesto vulnerabilidades en materia de seguridad pública y regulaciones urbanísticas. Sectores de la sociedad civil han exigido mayor rigor en la inspección de establecimientos públicos para evitar tragedias similares en el futuro.

¿Qué lecciones deja esta tragedia? Además del luto, la tragedia en Jet Set debe servir como un llamado urgente a revisar las políticas de construcción y seguridad en espacios públicos. La memoria de las 226 víctimas debe traducirse en acciones concretas para proteger vidas.

En medio del dolor, la comunidad de Bajos de Haina y todo el país se preparan para reconstruirse emocionalmente y honrar a quienes perdieron la vida en una noche que nunca debió terminar en tragedia.

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