QUITO, 13 de abril de 2025 — Este domingo, más de 13 millones de ecuatorianos están llamados a las urnas para elegir al próximo presidente del país en una segunda vuelta que enfrenta dos visiones opuestas para el futuro de Ecuador. Con el país sumido en una profunda crisis de seguridad, una economía frágil y divisiones políticas históricas, la elección entre Daniel Noboa, el presidente interino de 37 años, y Luisa González, la candidata correísta de 47 años, marcará un antes y un después en la historia nacional.


El Escenario Político: Dos Proyectos Antagónicos

La contienda electoral no es solo una disputa entre dos candidatos, sino entre dos modelos de país diametralmente opuestos:

  • Daniel Noboa: Representante de un modelo económico liberal, con énfasis en la continuidad de la dolarización, el fortalecimiento de la seguridad frente al crimen organizado y la atracción de inversión extranjera. Su administración ha sido marcada por medidas como el estado de excepción en las cárceles, operativos militares contra bandas criminales y acuerdos internacionales para combatir el narcotráfico. Sin embargo, su gestión también ha sido cuestionada por problemas estructurales como los apagones energéticos y la falta de transparencia en decisiones clave.
  • Luisa González: Portavoz del movimiento correísta liderado desde el exilio por Rafael Correa, quien fue condenado por corrupción y vive en Bélgica. González defiende un Estado fuerte, con gasto público expansivo, créditos baratos a través de la banca estatal y reformas institucionales centralizadoras. También ha propuesto restablecer ministerios eliminados y revisar la política migratoria, incluyendo un acercamiento diplomático con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Su campaña ha generado preocupación en sectores económicos debido a señales ambiguas sobre la dolarización y vínculos con figuras polémicas como el exvicepresidente Jorge Glas.

Una Jornada Histórica con Posibles Hitos

Esta elección tiene potencial para ser histórica por varias razones:

  1. Primera Mujer Presidenta:
    Si Luisa González resulta electa, se convertirá en la primera mujer en ocupar el Palacio de Carondelet desde el retorno democrático en 1979. Esto representa un hito simbólico importante en un país donde el poder ha sido dominado exclusivamente por hombres.
  2. Reelección Inédita:
    Daniel Noboa, quien asumió la presidencia en noviembre de 2023 tras la disolución de la Asamblea Nacional durante el gobierno de Guillermo Lasso, busca consolidarse en el poder después de apenas un año y medio. Su eventual reelección sería inédita en términos de continuidad política reciente.

La Crisis de Seguridad y Económica en el Centro del Debate

La principal preocupación de los ecuatorianos es la crisis de seguridad, impulsada por el creciente poder del narcotráfico y las pandillas criminales. Según cifras oficiales, Ecuador registró un promedio de un asesinato cada hora en lo que va de 2025, convirtiéndose en uno de los países más violentos de América Latina. Ambos candidatos han presentado propuestas para abordar este problema, pero sus enfoques difieren radicalmente:

  • Noboa ha priorizado una estrategia militarizada y la cooperación internacional, mientras que González ha criticado los operativos militares y ha pedido a las fuerzas de seguridad “no intervenir” en el proceso electoral.

Por otro lado, la fragilidad económica sigue siendo una preocupación central. La dolarización, adoptada en 2000, ha sido un pilar de la estabilidad financiera del país, pero también ha limitado la capacidad del gobierno para implementar políticas monetarias expansivas. Mientras González ha generado incertidumbre sobre el futuro de la moneda estadounidense, Noboa ha prometido mantenerla intacta.


Encuestas Cerradas y Alta Polarización

Las encuestas previas al cierre del período legal mostraron un escenario extremadamente ajustado. Según Comunicaliza, Noboa tenía una mínima ventaja con el 50,3% de los votos válidos frente al 49,7% de González. Por su parte, Telcodata invertía los números, otorgando un 50,2% a González y un 49,8% a Noboa. Ambos resultados están dentro del margen de error, lo que deja la definición completamente abierta.

Este empate técnico refleja la polarización del electorado. Noboa cuenta con mayor apoyo en las provincias de la Sierra y la Amazonía, mientras que González domina en la Costa, especialmente en Manabí, donde el correísmo tiene raíces profundas.


Campaña Marcada por Confrontación y Tensión

La campaña ha sido una de las más agresivas de la historia reciente. En el debate presidencial obligatorio del 23 de marzo, ambos candidatos intercambiaron acusaciones duras:

  • González acusó a Noboa de utilizar el poder para perseguir opositores, vinculándolo con casos de corrupción y narcotráfico. También lo acusó de representar intereses empresariales privilegiados.
  • Noboa respondió señalando que González es una “títere” de Rafael Correa, a quien acusó de estar prófugo de la justicia y de liderar un “régimen dictatorial”. Además, denunció posibles nexos entre el correísmo y el crimen organizado.

La confrontación no se limitó al ámbito político. Durante el cierre de campaña, Noboa votó bajo una fuerte presencia militar, mientras que González pidió públicamente a las fuerzas de seguridad no intervenir en el proceso electoral.


¿Qué Esperar del Día Electoral?

Las urnas estarán abiertas desde las 7:00 hasta las 17:00, hora local. Se espera que los primeros resultados oficiales comiencen a difundirse pasadas las 18:00. Sin embargo, dado el ajustado margen entre ambos candidatos, es posible que los resultados finales demoren horas o incluso días en confirmarse, especialmente si hay disputas legales sobre votos nulos, blancos o incidentes electorales.

La jornada será una prueba decisiva para la democracia ecuatoriana, que enfrenta desafíos significativos como la polarización ideológica, la fragilidad institucional y la desconfianza pública en el sistema político.


Conclusión: Un Futuro Incierto en Manos del Electorado

Hoy, los ecuatorianos tienen la última palabra. La elección no solo definirá quién ocupará el Palacio de Carondelet, sino también qué rumbo tomará el país en los próximos años. ¿Continuará Ecuador bajo un modelo económico liberal y enfocado en la seguridad, o volverá a un Estado fuerte con políticas redistributivas? La respuesta estará en las urnas.

¿Podrá Ecuador superar su fragmentación política y encontrar un camino común hacia la estabilidad? Independientemente del resultado, esta elección pondrá a prueba la resiliencia democrática de un país que clama por soluciones urgentes frente a múltiples crisis.

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