CIUDAD DE MÉXICO / SAN SALVADOR, 21 de marzo.— La relación diplomática entre México y El Salvador ha alcanzado un nuevo nivel de tensión tras los comentarios del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien cuestionó públicamente la capacidad de México para resolver su crisis de seguridad. En una publicación en redes sociales, Bukele criticó lo que considera una “incapacidad” por parte del gobierno mexicano para abordar la violencia en sus estados, generando una rápida respuesta de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien pidió respeto hacia su país.
Las Críticas de Bukele
En su cuenta de X (anteriormente Twitter), Bukele comparó el tamaño poblacional de varios estados mexicanos con el de El Salvador, destacando que 28 de los 32 estados de México tienen una población igual o menor a la del pequeño país centroamericano. Según el mandatario salvadoreño, este hecho debería facilitar la implementación de estrategias efectivas de seguridad en cada estado:
“¿Por qué, entonces, no pueden resolver el tema de la seguridad en un solo estado con menos habitantes que El Salvador, teniendo los recursos de un país con 130 millones de habitantes?”, escribió Bukele.
El presidente salvadoreño sugirió un enfoque gradual para abordar la violencia en México:
“Resuelvan el tema de la seguridad en un estado primero, luego en el siguiente, y así sucesivamente, hasta abarcar esos 28 estados”.
Sus declaraciones surgieron tras una publicación que subrayaba las diferencias territoriales entre ambos países, argumentando que el tamaño geográfico no debería ser un obstáculo para implementar políticas efectivas contra la criminalidad.
El Contexto Salvadoreño
Bajo el liderazgo de Bukele, El Salvador ha experimentado una notable reducción en los índices de violencia desde 2019, cuando asumió la presidencia. En 2023, el país reportó apenas 154 homicidios en todo el año, una cifra drásticamente inferior a los 2,390 asesinatos registrados en 2019, antes de su llegada al poder. Este logro ha sido atribuido a su estrategia de mano dura contra las pandillas, que incluye el uso del ejército, detenciones masivas y la implementación de un régimen de excepción que suspende ciertas libertades civiles.
Sin embargo, estas medidas han generado críticas internacionales. Organismos como la ONU y Amnistía Internacional han advertido sobre el riesgo de autoritarismo y el impacto negativo en los derechos humanos. A pesar de ello, Bukele ha defendido su enfoque como necesario para garantizar la seguridad pública.
La Respuesta de Claudia Sheinbaum
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con firmeza a las declaraciones de Bukele durante su conferencia de prensa matutina. Pidiendo respeto hacia su país, Sheinbaum afirmó:
“Él fue electo por su pueblo, pero al mismo tiempo pedimos respeto para México. Respeto, siempre respeto. Es la característica de la diplomacia. Entonces, respeto a lo que hacemos en nuestro país.”
Sheinbaum evitó entrar en un debate directo con Bukele, aunque señaló que la situación de inseguridad en México es compleja y requiere soluciones adaptadas a su contexto.
“No voy a entrar en debate con Bukele. Podríamos aquí hacer todo un debate de la forma en que ellos están afrontando eso,” comentó.
El Contraste de Contextos
La crítica de Bukele surge en un momento en que México enfrenta niveles alarmantes de violencia vinculada al crimen organizado. En 2023, el país registró más de 30,000 homicidios, muchos de ellos relacionados con enfrentamientos entre cárteles de la droga y otras actividades ilícitas. Aunque el gobierno mexicano ha intensificado sus esfuerzos para combatir el crimen organizado, las estrategias implementadas han sido percibidas como insuficientes por diversos sectores de la sociedad.
Por otro lado, el enfoque salvadoreño de Bukele ha logrado resultados cuantificables en términos de reducción de homicidios, pero ha sido objeto de escrutinio internacional debido a sus implicaciones en materia de derechos humanos. Las críticas se centran principalmente en las detenciones arbitrarias, las limitaciones a la libertad de expresión y el uso prolongado del régimen de excepción.
Un Debate Más Amplio
El cruce de declaraciones entre Bukele y Sheinbaum refleja un debate más amplio sobre las estrategias de seguridad en América Latina. Mientras algunos defienden el modelo salvadoreño como un ejemplo a seguir, otros advierten sobre los riesgos de replicarlo sin considerar los contextos específicos de cada país.
Para México, la lucha contra el crimen organizado implica desafíos estructurales profundos, como la corrupción, la impunidad y la desigualdad social. Resolver estos problemas requiere no solo medidas represivas, sino también políticas integrales que aborden las causas fundamentales de la violencia.
Conclusión: Un Llamado a la Diplomacia
La intervención de Bukele en temas de seguridad mexicana ha generado un debate que trasciende lo bilateral. Mientras que el presidente salvadoreño busca destacar los éxitos de su gestión, su comentario puede interpretarse como una falta de sensibilidad hacia las realidades específicas de México.
Por su parte, Sheinbaum ha optado por mantener la calma diplomática, enfatizando la importancia del respeto mutuo entre naciones. Sin embargo, el episodio subraya la necesidad de un diálogo constructivo entre líderes regionales para abordar los desafíos comunes de seguridad y desarrollo.
Como concluyó Sheinbaum:
“Cada país tiene su propio camino y sus propias circunstancias. Lo importante es avanzar con respeto y cooperación.”
Este episodio deja en evidencia que, en medio de las tensiones, la diplomacia sigue siendo clave para preservar relaciones saludables entre naciones.