WASHINGTON, 21 enero.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la posibilidad de imponer aranceles generalizados del 25 % a las importaciones canadienses y mexicanas a partir del 1 de febrero, en un movimiento que ha generado tensiones comerciales y reacciones contundentes por parte de Canadá.

Trump, mientras firmaba órdenes ejecutivas no relacionadas, señaló que los aranceles se justificarían por preocupaciones sobre inmigración y la entrada de fentanilo desde Canadá y México. “Canadá también es un gran abusador”, declaró el presidente, aludiendo a prácticas que, según él, perjudican a Estados Unidos.

Reacciones en Canadá: preparativos y respuestas

La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, calificó la situación como “un momento importante para los canadienses” y llamó a la unidad nacional para priorizar el bienestar del país. Por su parte, el ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc, aseguró que Canadá está listo para responder a los posibles aranceles con medidas compensatorias.

Fuentes del gobierno indicaron que, si se implementan aranceles del 25 %, Canadá impondría aranceles de represalia valorados en 37,000 millones de dólares, con la posibilidad de incrementar la cifra a 110,000 millones en medidas adicionales.

Mientras tanto, la ministra de Comercio, Mary Ng, enfatizó que tanto el gobierno federal como las provincias están trabajando de forma coordinada en un enfoque de “Equipo Canadá” para convencer a Estados Unidos de que los aranceles perjudicarían también a los empleos estadounidenses.

Discurso inaugural y tensiones comerciales

Durante su discurso inaugural, Trump reafirmó su intención de reformar el sistema comercial para beneficiar a los trabajadores estadounidenses. “Aplicaremos aranceles y gravámenes a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, afirmó. Sin embargo, evitó mencionar directamente a Canadá, lo que algunos funcionarios canadienses consideraron un alivio momentáneo.

La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, vio una oportunidad en las declaraciones de Trump sobre una “emergencia energética nacional”. Smith propuso que Canadá se asocie con Estados Unidos para proporcionar petróleo y gas a precios estables. No obstante, se distanció del gobierno federal al negarse a considerar medidas como gravámenes a las exportaciones de energía.

Un evento marcado por tensiones y diferencias

La investidura de Trump, celebrada en la rotonda del Capitolio debido al clima gélido, presentó un contraste con su toma de posesión en 2017. En esta ocasión, miles de simpatizantes desafiaron el frío para escuchar al expresidente, quien reiteró su compromiso de eliminar la “corrupción” y promover un gobierno más pequeño.

Desde Canadá, el primer ministro Justin Trudeau felicitó a Trump y subrayó la importancia de la cooperación bilateral. Sin embargo, las tensiones comerciales y las amenazas de aranceles auguran desafíos en la relación entre ambos países.

Canadá, preparado para defender sus intereses, se enfrenta ahora a un complejo escenario comercial que podría tener un impacto significativo en su economía.

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