VERACRUZ, 18 Nov.- Durante el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), el Ejército mexicano aseguró un total de 28.159 armas de fuego ilegales pertenecientes a grupos criminales, según datos oficiales obtenidos por EFE. Sin embargo, esta cifra contrasta con las más de 200.000 armas que, según estimaciones del Gobierno, ingresan ilegalmente a México cada año desde Estados Unidos.
“Cada día, unas 600 armas cruzan ilegalmente la frontera desde EE.UU. hacia México, lo que refleja un desequilibrio entre un mercado de armas altamente regulado en México y uno prácticamente sin restricciones en Estados Unidos”, destacó Carlos Pérez Ricart, investigador en temas de comercio de armas y crimen organizado, en entrevista con EFE.
Incautaciones durante el sexenio
Los documentos obtenidos vía transparencia revelan que las fuerzas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) decomisaron una amplia variedad de armas, que incluyen desde pistolas y rifles hasta lanzacohetes y lanzagranadas:
Año | Armas aseguradas |
---|---|
2019 | 4.992 |
2020 | 4.145 |
2021 | 3.882 |
2022 | 5.749 |
2023 | 5.696 |
2024* | 3.969 |
(*Hasta agosto de 2024)
Entre las armas aseguradas se cuentan:
- 16.551 fusiles,
- 7.143 pistolas,
- 885 revólveres,
- 56 lanzagranadas y
- 11 lanzacohetes.
Los estados con más decomisos corresponden a zonas históricamente violentas como Tamaulipas, Sonora, Michoacán, Baja California, Jalisco y Sinaloa.
Violencia alimentada por el tráfico de armas
El gobierno de López Obrador, uno de los más violentos en la historia reciente de México, registró casi 160.000 homicidios en cifras oficiales, aunque el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estima más de 190.000. El 70 % de estos asesinatos fueron cometidos con armas de fuego, un porcentaje que se ha triplicado en las últimas dos décadas.
Pérez Ricart explicó que las armas ilegales han sido clave para la diversificación y expansión territorial de los grupos delictivos. “Las organizaciones criminales han logrado construir redes sofisticadas para abastecerse de armamento, lo que ha potenciado su capacidad operativa y su alcance a nivel nacional”, señaló el experto.
El desafío binacional
El tráfico de armas desde Estados Unidos, considerado uno de los problemas estructurales más graves de México, sigue sin encontrar solución. Pese a las acciones de las fuerzas armadas mexicanas, el volumen de armas que fluye al país supera ampliamente las incautaciones, dificultando el control de la violencia y el combate al crimen organizado.
La publicación de un libro por parte de Pérez Ricart, programada para el primer semestre de 2025, promete profundizar en la dinámica de este comercio ilícito y su impacto en la seguridad de México. Mientras tanto, la violencia alimentada por el flujo constante de armas ilegales sigue siendo un reto mayor para las autoridades.