Buenos Aires, 4 nov.- Aerolíneas Argentinas interrumpió las negociaciones con sindicatos tras una huelga de pilotos que llevó este lunes a la cancelación de 25 vuelos domésticos y retrasos en rutas internacionales, afectando a miles de pasajeros, informaron fuentes oficiales.
La medida, convocada por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas de Argentina (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), agrava el conflicto laboral en el que los gremios exigen un ajuste salarial. Ante esta huelga, la aerolínea canceló las reuniones en curso y anunció que no retomará el diálogo hasta que cesen las protestas.
Según un comunicado de la compañía, la huelga dejó varados a 2.178 pasajeros, incluidos aquellos con destino a Cancún, Miami, Roma y Madrid, quienes debieron ser reubicados en otros itinerarios. Además, Aerolíneas cancelará 25 vuelos nacionales entre el lunes y martes, mientras que las rutas internacionales se mantienen sin cambios, aunque con algunas demoras.
La aerolínea acusó a APLA de usar el conflicto salarial como una “excusa” para avanzar en “una batalla política personal”, y anunció que demandará al sindicato ante autoridades judiciales y gubernamentales por su “carácter abusivo y el perjuicio económico directo para la compañía”.
En respuesta, APLA calificó las acusaciones de “infundadas e inapropiadas” y aseguró que su único propósito es obtener la recomposición salarial para sus trabajadores. “Llevamos meses sin una revisión salarial, y las medidas fueron anunciadas con anticipación ante la falta de avances en las negociaciones”, declaró el gremio.
La situación de Aerolíneas Argentinas se complica en medio del avance de un proyecto de ley en el Congreso que busca su privatización, tras la declaración del presidente Javier Milei que la definió como “sujeta a privatización”. El Gobierno argumenta que la compañía está “sobredimensionada” con 11.386 empleados en relación a aerolíneas de la región. La aerolínea estatal, que opera una flota de 84 aviones y cubre el 62 % de los vuelos domésticos, se enfrenta a un mercado en cambio, impulsado por la política de ‘cielos abiertos’ que promueve el mandatario liberal.