Buenos Aires, 27 junio.- En un giro sorprendente en el juicio por el intento de asesinato de la expresidenta argentina Cristina Fernández, el principal imputado, Fernando Sabag Montiel, admitió hoy haber intentado matarla. Durante su declaración indagatoria al inicio del juicio oral, Montiel confesó haber accionado el gatillo de un arma frente a Fernández el 1 de septiembre de 2022, justificando su acto por considerarla “una corrupta”.
El juicio, que se celebra en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6 de Buenos Aires, ha captado la atención nacional e internacional debido a las ramificaciones políticas y sociales del caso. Montiel, de 37 años, afirmó que su intento de magnicidio no buscaba un beneficio económico, sino que lo consideraba “un acto de justicia”. También sugirió que si hubiera tenido éxito, el acto podría haber desencadenado “una guerra civil” en Argentina.
Según las pericias técnicas, el arma, una pistola modelo Bersa Thunder calibre .22, no disparó debido a que no fue amartillada correctamente. Montiel no intentó un segundo disparo ya que fue rápidamente detenido por los seguidores de Fernández que estaban presentes.
En su testimonio, Montiel trató de desvincular a su pareja, Brenda Uliarte, y a Nicolás Carrizo, ambos también imputados en el caso, diciendo que su participación fue limitada y negando que compartieran conocimiento previo del ataque. Además, insinuó que ellos podrían haber sido financiados para implicarlo, sugiriendo que existen intereses ocultos detrás de su propia detención y procesamiento.
El fiscal Carlos Alberto Rívolo y la investigación judicial han descartado hasta ahora la hipótesis de que el ataque haya sido financiado por terceros o asociado a grupos de ultraderecha. Sin embargo, la confesión de Montiel y sus alegaciones introducen nuevas complejidades al caso, que seguirá desarrollándose con las indagatorias de Uliarte y Carrizo y el testimonio de los 277 testigos presentados por la Fiscalía.
Este caso no solo pone de relieve las tensiones políticas en Argentina sino que también ha movilizado a sectores amplios del país contra el discurso de odio y la violencia política. El juicio continuará el próximo miércoles, anticipando más revelaciones en este caso de alto perfil.