San Juan, Puerto Rico – 20 de junio de 2024. – Desde su humilde comienzo en el patio trasero de un negocio familiar en Filadelfia en 1839, hasta su consagración como uno de los rasgos más definitorios del siglo XXI, la “selfie” ha recorrido un largo camino. Más de dos décadas después de que el término se popularizara, las selfies se han convertido en una presencia omnipresente globalmente, trascendiendo culturas y geografías.
El primer autorretrato fotográfico conocido, tomado por Robert Cornelius hace casi dos siglos, marcó el inicio de lo que hoy conocemos como selfie. Esta forma de autorretrato evolucionó significativamente con la llegada de las cámaras Polaroid y más tarde, con las cámaras digitales integradas en los smartphones, como el iPhone 4 lanzado por Apple en 2010, que popularizó aún más la práctica.
El australiano Nathan Hope, a quien se le atribuye haber usado el término “selfie” en un foro de internet en 2002 tras un accidente, contribuyó a la fama del término que, aunque inicialmente ligado a una anécdota personal, refleja una característica distintiva del argot australiano de abreviar palabras con el sufijo “ie”.
Las selfies no solo han capturado momentos personales sino que también se han integrado en el discurso social y mediático, alcanzando un estatus icónico que fue reconocido oficialmente cuando el Diccionario de Oxford las incluyó en su edición en línea en 2013 y las nombró palabra del año. Además, el impacto cultural de las selfies se ve reflejado en la declaración del 21 de junio como el Día Nacional de la Selfie en Estados Unidos en 2022.
Hoy en día, con más de 92 millones de selfies tomadas diariamente, este fenómeno sigue siendo una parte integral de la comunicación visual y la autoexpresión en nuestra era digital, demostrando que, queramos o no, todos somos parte de esta tendencia global.