NIÁGARA FALLS, 10 de mayo.— Después de dos intentos fallidos, semanas de detención en condiciones difíciles y una lucha legal extenuante, Aracely Serrano, una madre salvadoreña, junto con sus dos hijas, Madelin (14 años) e Itzayana (4 años), lograron finalmente cruzar la frontera entre Estados Unidos y Canadá para solicitar asilo. Este caso destaca no solo la determinación de la familia, sino también las complejidades del sistema migratorio canadiense y estadounidense.
El Viaje Hacia Canadá: Dos Rechazos Anteriores
La familia llegó por primera vez al puerto de entrada de Niágara Falls el 17 de marzo, buscando refugio bajo una excepción del Acuerdo de Tercer País Seguro entre Canadá y EE.UU., que permite a personas con familiares canadienses presentar su solicitud de asilo en la frontera terrestre. Sin embargo, los funcionarios fronterizos cuestionaron la autenticidad de los documentos que demostraban que tenían un hermano ciudadano canadiense. Como resultado, fueron devueltos a EE.UU. y encerrados en una celda sin ventanas durante dos semanas.
Un segundo intento ocurrió a finales de marzo, pero nuevamente fueron rechazados y devueltos a la misma celda. Durante este tiempo, la pequeña Itzayana experimentó pesadillas y angustia debido a las duras condiciones de detención.
La Búsqueda de Ayuda Legal
Mientras estaban detenidos, el hermano de Aracely, Israel Serrano, comenzó a buscar ayuda jurídica. Contactó a la Clínica de Derechos Fronterizos Canadá-Estados Unidos, que conectó a la familia con la abogada de inmigración Heather Neufeld, con sede en Ottawa.
Neufeld presentó un recurso ante el Tribunal Federal de Canadá argumentando que la negativa inicial de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (ASFC) fue injusta y basada en errores. La semana pasada, el Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá emitió una autorización para que Serrano y sus hijas ingresaran al país y presentaran formalmente su solicitud de asilo.
El Tercer Intento Exitoso
El 5 de mayo, Aracely y sus hijas llegaron al puerto de entrada de Niágara Falls por tercera vez, esta vez llenas de esperanza renovada. Luego de seis horas de interrogatorios exhaustivos y revisiones adicionales, recibieron la noticia de que podían quedarse en Canadá.
“Cuando abrieron las puertas y dijeron ‘Bienvenida a Canadá y suerte con tu nueva vida’, sentí una alegría inmensa, es indescriptible”, dijo Aracely tras ser liberada.
Su abogada, Heather Neufeld, expresó su alivio y destacó que el gobierno canadiense reconoció los errores cometidos en rechazos anteriores.
Reunificación Familiar Pendiente
Aunque Aracely y sus hijas están ahora en Canadá, su pareja, Marcos Guardado, sigue detenido en un centro migratorio en Batavia, Nueva York, donde enfrentará una audiencia de deportación en junio. La abogada Neufeld está trabajando para traerlo a Canadá mediante una posible libertad bajo fianza.
Contexto: Aumento de Solicitudes de Asilo en Canadá
Este caso se produce en medio de un aumento significativo en las solicitudes de asilo en Canadá, especialmente en la provincia de Quebec, impulsadas por las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump. En abril, hubo 2.733 solicitudes de asilo en el puerto de entrada de Saint Bernard de Lacolle, un aumento de cuatro veces respecto al mismo mes del año anterior.
Muchos de los solicitantes provienen de países como Haití, Venezuela y Colombia, afectados por la decisión de Trump de eliminar el estatus de protección temporal para cientos de miles de migrantes.
Conclusión: Una Historia de Resiliencia y Esperanza
Para Aracely Serrano, la lucha no termina aquí. Ahora enfrenta el proceso de integración en Canadá mientras espera reunirse con su pareja. Sin embargo, su historia refleja la resiliencia de quienes buscan escapar de la incertidumbre y el miedo en busca de una vida mejor.
“Mis hijas me dieron tanta fuerza”, afirmó Aracely, quien asegura que ya no tendrán que vivir con el temor constante de ser deportadas.
Esta victoria no solo marca un nuevo capítulo para su familia, sino que también pone de relieve la importancia de garantizar procesos justos y humanitarios para los migrantes que buscan refugio en Canadá.