BOGOTÁ, 6 de mayo.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó este lunes una dura crítica contra la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), señalando que su decisión de continuar en la guerra y vincularse al narcotráfico representa un error histórico que los consumirá como organización. Durante una alocución al país, Petro lamentó que el proyecto político del ELN, que alguna vez habló de emancipación humana y revolución, se haya desviado hacia un camino de violencia y crimen.

“El ELN ha decidido la guerra y el ‘traqueteo’ (narcotráfico) y eso los consumirá. Es una historia triste, muy triste, ni siquiera las FARC cometieron ese error”, afirmó el mandatario, destacando la ironía de que incluso las antiguas FARC buscaron la paz mediante diálogos con el Estado.


La Violencia Persistente y el Impacto en Colombia

El presidente colombiano vinculó al ELN con la creciente ola de violencia que ha sacudido al país desde mediados de abril, especialmente tras el asesinato de más de 30 policías y militares, en su mayoría atribuidos al Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país. Este grupo ha implementado el llamado “plan pistola”, caracterizado por ataques selectivos contra uniformados, incluso cuando están fuera de servicio o vestidos de civil.

Sin embargo, Petro también responsabilizó al ELN y a algunas disidencias de las FARC, particularmente aquellas con fuerte presencia en Venezuela, por alimentar el conflicto armado interno. Según el mandatario, estas organizaciones forman parte de un “gran bloque de violencia” que incluye al Clan del Golfo y sectores irregulares dedicados al narcotráfico.

“Entonces tenemos un gran bloque de violencia integrado por el Clan del Golfo, que mata policías indemnes, el ELN y sectores de las llamadas disidencias, sobre todo las que tienen más asiento en Venezuela”, declaró durante un discurso de más de una hora.


El Fin de los Diálogos de Paz

El Gobierno de Petro inició formalmente en noviembre de 2022 un nuevo proceso de negociación con el ELN, buscando poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado. Sin embargo, los diálogos fueron congelados por la propia guerrilla a principios de 2024, y posteriormente suspendidos definitivamente por Petro tras la sangrienta ofensiva lanzada por el ELN en enero de este año contra el Frente 33 de las disidencias de las FARC en la estratégica región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.

En este contexto, Petro criticó duramente al ELN por priorizar intereses económicos ligados al narcotráfico en lugar de avanzar hacia la paz.

“Es triste que una organización que habló de emancipación humana y revolución termine matando campesinos y siendo responsable de la violencia sin fin en el país”, dijo el presidente, subrayando que esta decisión socava cualquier posibilidad de alcanzar un acuerdo duradero.


Colaboración con Venezuela en Seguridad

En medio de la crisis, Petro destacó el papel de Venezuela como aliado clave en la lucha contra el ELN y otros grupos armados ilegales. Según el presidente, el gobierno de Nicolás Maduro ha proporcionado apoyo significativo en materia de seguridad, lo que consideró esencial para enfrentar la amenaza en la región fronteriza.

“Venezuela nos está ayudando y este es uno de los hechos fundamentales en la lucha contra el ELN en el Catatumbo”, aseguró Petro, quien resaltó la captura en territorio venezolano de diez u once alcaldes vinculados al narcotráfico y la incautación de cerca de 30 toneladas de cocaína.

El mandatario colombiano destacó la importancia de mantener relaciones diplomáticas sanas con Venezuela para abordar conjuntamente los problemas de seguridad en la frontera común. Criticó duramente la política de su predecesor, Iván Duque (2018-2022), quien, según Petro, dejó la región en manos de la mafia debido a su oposición política a Maduro.

“Por sectarismo político, abandonaron la frontera a la mafia, un error mayúsculo”, afirmó Petro, defendiendo la necesidad de cooperación binacional para combatir el crimen organizado.


Un Futuro Incierto para el ELN

Con la ruptura de los diálogos de paz y la intensificación de las acciones militares, el futuro del ELN parece incierto. Mientras algunos frentes del sur de Colombia han mostrado interés en avanzar hacia la paz, la cúpula nacional del grupo sigue apostando por la guerra y el narcotráfico como estrategias de supervivencia.

Para Petro, esta decisión no solo marca el fin de un proyecto político, sino que profundiza la tragedia de un país que lleva décadas buscando la reconciliación. Aunque reconoce los avances logrados con sectores como las ex FARC, el presidente advierte que la persistencia de actores violentos como el ELN y el Clan del Golfo sigue obstaculizando la construcción de una paz duradera.

“La violencia no tiene futuro en Colombia. La única salida es la paz, pero para ello todos deben estar dispuestos a dejar las armas y el crimen”, concluyó Petro, reiterando su compromiso con el diálogo siempre que exista voluntad real de desmovilización.


Conclusión: Desafíos Pendientes para la Paz

Las palabras de Gustavo Petro reflejan la compleja realidad que enfrenta Colombia en su búsqueda de paz. A pesar de los esfuerzos por negociar con actores armados, la persistencia de grupos como el ELN y el Clan del Golfo demuestra que el conflicto armado sigue siendo una amenaza latente para la estabilidad del país.

La colaboración con Venezuela podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico y la violencia en las regiones fronterizas, pero será necesario que ambos gobiernos mantengan una coordinación efectiva para evitar que estos espacios sean dominados por organizaciones criminales.

Mientras tanto, el ELN enfrenta una encrucijada histórica: continuar en la guerra y el narcotráfico, un camino que Petro describe como “trágico”, o buscar una salida negociada que permita su reinserción en la vida civil. La decisión que tome determinará no solo su destino, sino también el futuro del proceso de paz en Colombia.

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