CÓRDOBA, 6 de mayo.- El fútbol argentino está de luto tras la pérdida de Luis Adolfo Galván, una figura histórica de Talleres de Córdoba y campeón del mundo con la selección argentina en el Mundial de 1978. El exdefensor falleció a los 77 años tras permanecer internado en la Clínica Reina Fabiola debido a complicaciones derivadas de una neumonía.


Un Ícono Inolvidable para Talleres y el Fútbol Argentino

Nacido el 24 de febrero de 1948 en Santiago del Estero, Galván inició su carrera en las divisiones inferiores de Independiente de Santiago del Estero, pero fue en Talleres de Córdoba donde escribió su historia dorada. Durante sus dos etapas en el club (1970-1982 y 1986-1987), disputó un total de 503 partidos, convirtiéndose en el jugador con más presencias en la historia de la institución cordobesa.

“Hasta siempre, Luis. Comunicamos con mucha tristeza el fallecimiento de Luis Adolfo Galván, emblema del Club y Campeón del Mundo con la Selección Argentina en 1978”, expresó Talleres en un comunicado oficial. La institución destacó su legado como jugador y su contribución al fútbol juvenil y femenino tras su retiro, definiéndolo como un ejemplo de humildad, esfuerzo y amor por los colores.

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) también se sumó al homenaje:

“Lamentamos el fallecimiento del defensor campeón del mundo con la Selección argentina en 1978, Luis Galván, y expresamos nuestras condolencias a familiares y seres queridos.”


El Legado de “El Negro” Galván

Galván no solo brilló en Talleres, sino que también dejó su huella en otros equipos como Loma Negra, Belgrano de Córdoba, Central Norte de Salta y Bolívar de Bolivia. Sin embargo, su vínculo más profundo fue siempre con el equipo albiazul, donde regresó tras su paso por el exterior y se consolidó como una leyenda viva.

Con la selección argentina, jugó todos los minutos del Mundial de 1978, torneo que culminó con la consagración de la Albiceleste en el estadio Monumental. Su actuación en la final contra Holanda fue sobresaliente, recibiendo calificaciones perfectas de la prensa por su desempeño defensivo. Además, formó parte del plantel que participó en el Mundial de España 1982, acumulando un total de 34 presencias con la camiseta nacional.


Los Últimos Días de Galván

En marzo de este año, Galván había sido hospitalizado durante ocho días debido a un problema renal, lo que le impidió asistir a los festejos de la Supercopa Internacional, en la que Talleres derrotó a River Plate en Asunción. Posteriormente, fue nuevamente internado hace cerca de un mes tras contraer un virus intrahospitalario que derivó en una grave neumonía.

Su familia informó que los médicos actuaron rápidamente aplicando antibióticos y asistencia respiratoria, pero lamentablemente su estado de salud no logró mejorar.

“El pueblo Albiazul se une para desear una pronta recuperación a nuestro campeón del mundo Luis Galván”, había escrito Talleres en aquel momento, en un mensaje que hoy se transforma en despedida.


Un Homenaje a Su Trayectoria

Además de su éxito en el campo de juego, Galván dedicó más de dos décadas después de su retiro al desarrollo del fútbol juvenil y femenino en Talleres. Su compromiso con la formación de nuevas generaciones dejó un impacto duradero en la institución y en el fútbol argentino.

“Luis Galván no solo fue un referente dentro del campo de juego, sino también un ejemplo de humildad, esfuerzo y amor por los colores de Talleres. Su legado perdurará en la memoria de todos los que forman parte de nuestra institución y del fútbol argentino”, destacó Talleres en su último comunicado.

Otros clubes donde jugó, como Belgrano y Central Norte de Salta, también rindieron homenaje al santiagueño, reconociendo su trayectoria y su importancia en el fútbol nacional.


Un Recuerdo Inmortal

Luis Galván será recordado no solo por su talento como futbolista, sino por su entrega y pasión por el deporte. Su actuación en el Mundial de 1978, especialmente en la final contra Holanda, lo convirtió en un héroe nacional. Más allá de los títulos, su conexión con Talleres y su dedicación post-retiro lo convierten en un modelo a seguir para las nuevas generaciones.

“Las medallas de oro no te dan de comer, pero sí te llenan el alma de orgullo”, dijo alguna vez Galván en una entrevista, reflejando la humildad que siempre lo caracterizó.

El fútbol argentino pierde a uno de sus grandes íconos, pero su legado vivirá para siempre en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de verlo jugar y trabajar por el desarrollo del deporte.

¡Hasta siempre, querido Luis! Gracias por tanto.

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