WASHINGTON, 13 de abril — Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de El Salvador, Nayib Bukele, se reunirán este lunes en la Casa Blanca, marcando un hito en las relaciones bilaterales. A diferencia de encuentros previos con otros líderes latinoamericanos, que tuvieron lugar en su residencia privada de Mar-a-Lago, Florida, esta reunión en Washington subraya la importancia estratégica de la relación entre ambos mandatarios.
El foco principal del encuentro estará puesto en acuerdos sobre inmigración y seguridad, así como en la posibilidad de resolver el controvertido caso de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado por error durante una operación migratoria liderada por la administración Trump.
La Deportación Errónea de Kilmar Ábrego García
El caso de Ábrego García ha generado polémica tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Residente legal en Maryland, casado con una ciudadana estadounidense y padre de familia, Ábrego fue deportado el pasado 15 de marzo junto con más de 250 personas acusadas de pertenecer a las pandillas Tren de Aragua (TdA) y MS-13. Sin embargo, tras una serie de procedimientos judiciales, incluyendo intervenciones del Tribunal Supremo, las autoridades migratorias estadounidenses admitieron públicamente que su deportación fue un error.
Un juez había prohibido explícitamente el retorno de Ábrego a El Salvador debido a su estatus legal y vínculos familiares en EE.UU. Sin embargo, el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una norma histórica reactivada por la administración Trump, permitió acelerar su expulsión sin el debido proceso.
El viernes, Trump expresó su disposición a cumplir con la orden del Tribunal Supremo, que exige asegurar el retorno de Ábrego al territorio estadounidense. Esto abre la posibilidad de que durante la reunión con Bukele, se anuncie oficialmente su repatriación.
¿Podrá resolverse el caso de Ábrego García durante la cumbre? Este asunto no solo pondrá a prueba la cooperación entre ambos gobiernos, sino que también será un indicador de la flexibilidad de Trump para corregir errores en su estrategia migratoria.
Colaboración en Materia de Inmigración y Seguridad
Además del caso de Ábrego, otro tema central de la reunión será la colaboración entre EE.UU. y El Salvador en materia de inmigración y seguridad. En enero, ambos países sellaron un acuerdo bajo el cual Washington destinó 6 millones de dólares a El Salvador para apoyar iniciativas conjuntas contra el crimen organizado.
Uno de los aspectos más visibles de esta cooperación es el uso del Centro de Confinamiento para el Terrorismo (CECOT), una prisión de máxima seguridad en El Salvador, para albergar a supuestos miembros de las pandillas Tren de Aragua y MS-13 deportados desde EE.UU. Desde el operativo del 15 de marzo, 238 venezolanos y 23 salvadoreños han sido enviados al CECOT, donde permanecen bajo custodia mientras se evalúa su situación legal.
Bukele ha destacado que esta colaboración permite avanzar en la recopilación de inteligencia y en la persecución de redes criminales transnacionales. Por su parte, Trump ha elogiado la “eficacia” del gobierno salvadoreño en la lucha contra el crimen organizado, señalando que la alianza entre ambos países es un ejemplo para la región.
La Controversia sobre el Tren de Aragua
La administración Trump ha utilizado el argumento de una supuesta “invasión” del Tren de Aragua para justificar medidas drásticas contra la inmigración irregular. Sin embargo, expertos en seguridad han cuestionado esta narrativa, señalando que el TdA carece de la capacidad logística y estructural para llevar a cabo un “asedio” coordinado contra EE.UU.
El uso de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 ha sido particularmente criticado, ya que permite la detención y deportación rápida de individuos sin pruebas contundentes ni debido proceso. Este enfoque ha generado preocupaciones sobre posibles violaciones de derechos humanos y errores como el caso de Ábrego García.
Una Alianza Estratégica en el Hemisferio
La elección de la Casa Blanca como sede de la reunión refleja la importancia que Trump otorga a su relación con Bukele. Desde que regresó a la presidencia en enero, Trump ha buscado fortalecer vínculos con aliados clave en América Latina, y El Salvador ocupa un lugar destacado en su agenda.
Bukele, por su parte, ha consolidado su posición como uno de los líderes más influyentes de Centroamérica gracias a su enfoque agresivo contra las pandillas y su disposición a colaborar con EE.UU. en temas de seguridad. Su gobierno ha implementado un estado de excepción que le ha permitido arrestar a miles de supuestos pandilleros, aunque esta medida también ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos.
Conclusión: Un Encuentro Definitorio
La reunión entre Trump y Bukele no solo abordará temas urgentes como la deportación de Ábrego García y la cooperación en seguridad, sino que también podría sentar las bases para futuros acuerdos migratorios y económicos. Ambos líderes tienen intereses compartidos en fortalecer sus agendas políticas, pero también enfrentan desafíos significativos, desde críticas internacionales hasta limitaciones legales.
¿Qué resultados prácticos surgirán de esta cumbre? Lo cierto es que el encuentro subraya la voluntad de ambos gobiernos de trabajar juntos en temas prioritarios, aunque también deja al descubierto las tensiones y controversias que rodean sus políticas. Para Ábrego García y otros afectados por decisiones migratorias, el desenlace de esta reunión podría marcar un antes y un después en sus vidas.