SANÁ, 19 de marzo.— Los rebeldes hutíes de Yemen denunciaron este miércoles una nueva serie de bombardeos estadounidenses contra sus posiciones en al menos tres ciudades controladas por el movimiento respaldado por Irán, incluida la capital, Saná. Según informó la televisión Al Masirah, portavoz de los hutíes, los ataques impactaron en Saná, los alrededores de la ciudad de Saada, al norte del país, y un distrito de Al Bayda, en el centro de Yemen.

Hasta el momento, no se han reportado cifras oficiales sobre víctimas o daños materiales.


Impacto en Saná

Al menos dos misiles impactaron en el barrio capitalino de Al Jeraf, ubicado en la carretera que conduce al aeropuerto de Saná, según pudo constatar la agencia EFE. Grandes columnas de humo y fuego fueron visibles desde varios puntos de la ciudad, mientras equipos de ambulancia y bomberos se dirigían rápidamente al lugar del ataque.

Según Al Masirah, uno de los bombardeos alcanzó «un salón de celebraciones en construcción en un barrio residencial del distrito de Al Thawra», aunque no se proporcionaron detalles adicionales sobre el alcance de los daños o posibles víctimas civiles.


Amenazas de Trump a los Hutíes e Irán

La nueva oleada de bombardeos ocurrió minutos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitiera una advertencia directa tanto a Irán como a los hutíes. En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump exigió a Irán que cese “completa e inmediatamente” su apoyo a los hutíes, más allá de reducirlo, y amenazó a los rebeldes yemeníes con ser “completamente aniquilados” si continúan sus ataques contra Israel y la navegación en el mar Rojo.

«Ya hemos infligido un daño tremendo a los hutíes, y la situación empeorará progresivamente», declaró Trump.

Estados Unidos inició los bombardeos el fin de semana pasado, atacando posiciones hutíes en varias ciudades del norte y centro del país, incluida Saná. Estos primeros ataques dejaron más de 50 muertos, según informes locales.


Contexto: Las Amenazas Marítimas de los Hutíes

El conflicto escaló tras el anuncio de los hutíes la semana pasada de reanudar sus operaciones militares contra barcos israelíes o vinculados al Estado israelí, a menos que se permita el acceso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Israel ha intensificado sus ataques en Gaza en respuesta a la resistencia palestina.

Además, durante las últimas 72 horas, los hutíes afirmaron haber atacado en cuatro ocasiones el portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman en el mar Rojo. El martes también reivindicaron el lanzamiento de un misil balístico hipersónico contra una base aérea en Israel, aunque estas afirmaciones aún no han sido verificadas independientemente.


La Postura de EE.UU.

Desde la Casa Blanca, la administración Trump ha calificado a los hutíes como un grupo terrorista y ha prometido medidas más duras si continúan amenazando la navegación internacional en el estratégico corredor del mar Rojo.

«Si los hutíes no cesan sus ataques, seguirán enfrentándose al infierno», advirtió Trump.

El Pentágono ha reiterado que los ataques continuarán hasta que los rebeldes abandonen sus actividades marítimas hostiles y cumplan con las demandas internacionales.


Intereses Geopolíticos en Juego

El conflicto entre los hutíes y Estados Unidos está profundamente ligado a la geopolítica regional, especialmente por el papel de Irán como principal aliado de los rebeldes chiíes. Washington acusa a Teherán de suministrar armas avanzadas, incluidos drones y misiles balísticos, a los hutíes para desestabilizar la región y amenazar el comercio internacional.

Por su parte, los hutíes justifican sus acciones como una respuesta legítima al bloqueo liderado por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, así como al apoyo occidental a Israel en su campaña militar en Gaza.


Consecuencias Humanitarias

El recrudecimiento de los bombardeos ha generado preocupación sobre un posible empeoramiento de la ya devastada situación humanitaria en Yemen. El país lleva años sumido en una crisis sin precedentes, con millones de personas dependiendo de la ayuda internacional para sobrevivir. Los ataques recientes podrían exacerbar aún más esta tragedia, afectando infraestructuras civiles y limitando el acceso a recursos básicos.


Conclusión: Un Escalofriante Escenario Regional

La escalada de violencia entre Estados Unidos y los hutíes refleja la complejidad del conflicto yemení y su conexión con tensiones más amplias en Medio Oriente. Mientras Trump endurece su postura, los hutíes insisten en mantener su estrategia de presión contra Israel y Occidente.

Lo que queda claro es que, sin una solución diplomática, el conflicto seguirá cobrándose vidas inocentes y profundizando la inestabilidad en una región ya extremadamente frágil. La comunidad internacional enfrenta una difícil tarea: encontrar un equilibrio entre la seguridad global y la necesidad urgente de paz y estabilidad en Yemen.

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