San Salvador, 29 enero 2025 (EFE). El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció este miércoles que envió a la Asamblea Legislativa una propuesta de ley para combatir la corrupción en el país, siguiendo la misma estrategia con la que enfrentó a las pandillas.

A través de la red social X, el mandatario destacó que la Ley Anticorrupción es un paso decisivo en su lucha contra este flagelo y subrayó que su objetivo principal es reforzar la transparencia y probidad de los funcionarios públicos mediante medidas claras y contundentes.

Algunos de los puntos más relevantes de la propuesta incluyen la obligatoriedad de que los servidores públicos y sus familiares presenten una declaración patrimonial junto con su declaración anual de renta, la cual será publicada y accesible a la ciudadanía. Además, se propone endurecer las penas para los delitos de corrupción y crear una nueva categoría de delito, sancionado con prisión, para castigar el uso de prestanombres o testaferrato.

Otro aspecto clave de la ley es la creación de un mandato anticorrupción para la Corte de Cuentas, con vínculo directo a la Fiscalía General de la República, para perseguir a los corruptos mediante auditorías exhaustivas. Además, se propone la creación de un Centro Nacional Anticorrupción que utilizará tecnología avanzada para realizar labores de inteligencia dentro de la Fiscalía y tendrá acceso en tiempo real a bases de datos y registros públicos, con el fin de detectar actividades sospechosas de inmediato.

Bukele también anunció la habilitación de ventanillas de denuncia anticorrupción para fomentar la participación activa de la ciudadanía en la lucha contra la corrupción.

El presidente enfatizó que esta ley es solo el inicio de un esfuerzo más amplio para erradicar la corrupción en El Salvador, un esfuerzo que comparó con su exitoso combate contra las pandillas y otros delitos graves como homicidios, violaciones, secuestros y extorsiones, los cuales, según él, han quedado atrás.

En junio de 2023, Bukele había adelantado que su gobierno llevaría a cabo una “guerra frontal” contra la corrupción, asegurando que construiría una cárcel para “los corruptos”, tal como lo hizo con las pandillas.

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