Ottawa, 27 Nov.- Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Investigación y Departamento de Pediatría del Hospital Infantil del Este de Ontario, en colaboración con la Universidad de Ottawa, ha descubierto que la irregularidad en los patrones de sueño-vigilia aumenta el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares importantes, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Este hallazgo se mantiene incluso en personas que cumplen con las horas recomendadas de sueño nocturno.

El estudio, publicado en el Journal of Epidemiology & Community Health, se centró en el análisis de datos de 72,269 personas de entre 40 y 79 años, participantes en el UK Biobank, todas sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares. Durante un periodo de ocho años, los investigadores monitorizaron la calidad y la regularidad del sueño de los participantes mediante un rastreador de actividad. Los resultados evidencian que aquellos con patrones de sueño irregulares tienen un 26% más de probabilidad de sufrir un evento cardiovascular importante, mientras que aquellos con sueño moderadamente irregular presentan un riesgo un 8% mayor.

El Índice de Regularidad del Sueño (SRI) y su relevancia

El Índice de Regularidad del Sueño (SRI) se utilizó para evaluar la consistencia de los patrones de sueño. Este índice tiene en cuenta factores como los horarios de acostarse y levantarse, y la duración del sueño, destacando que la regularidad puede ser un factor más importante que la duración del mismo en la prevención de riesgos cardiovasculares.

Importancia de mantener patrones de sueño consistentes

Aunque las recomendaciones sugieren dormir entre 7 y 9 horas por noche para adultos de 18 a 64 años y entre 7 y 8 horas para personas mayores de 65 años, el estudio sugiere que la consistencia de los horarios es igualmente crucial. Un patrón regular de sueño puede ser tan beneficioso como alcanzar las horas recomendadas de descanso.

Consejos para mejorar la regularidad del sueño

Para mejorar la regularidad del sueño y reducir el riesgo cardiovascular, los expertos recomiendan:

  • Establecer horarios fijos para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana.
  • Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
  • Crear un ambiente adecuado para el sueño, manteniendo el dormitorio oscuro, fresco y tranquilo.
  • Limitar el consumo de cafeína, alcohol y alimentos pesados antes de dormir.
  • Realizar actividad física regular, pero no cerca de la hora de acostarse.

Este estudio subraya la importancia de la regularidad en los hábitos de sueño, sugiriendo que una adecuada gestión del sueño podría jugar un papel clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

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