Nueva York, 24 nov. – El panorama judicial que durante meses complicó la carrera electoral del presidente electo, Donald Trump, está a punto de despejarse. A tan solo seis meses de ser condenado en un caso judicial, el mandatario enfrenta un futuro incierto en cuanto a las acciones legales que aún lo involucran. En particular, el caso que lo relaciona con el pago irregular a la actriz Stormy Daniels podría estar cerca de ser sobreseído en Nueva York.
Trump está involucrado en cuatro causas penales, las cuales inicialmente se perfilaban como un obstáculo insuperable para su reelección. El primero de los casos, que se resolvió en mayo, lo encontró culpable por falsificar documentos relacionados con pagos irregulares a Stormy Daniels para encubrir su relación extramarital. No obstante, la sentencia aún está pendiente, ya que el juez Juan Merchan pospuso su dictamen sin fecha, lo que deja abierta la posibilidad de que el caso sea desestimado o que la pena sea significativamente reducida.
En cuanto a los otros tres casos, Trump aún debe enfrentar acusaciones en Washington DC por su intento de revertir los resultados electorales de 2020 y su vinculación con el asalto al Capitolio de enero de 2021; en Georgia, por interferencia en los comicios de 2020; y en Florida, por el manejo inapropiado de documentos clasificados. Si bien estos casos amenazaban su reintegración a la Casa Blanca, Trump logró convertir estos obstáculos en una herramienta política, denunciando una “caza de brujas” en su contra, lo que le permitió ganar las elecciones del 5 de noviembre y convertirse en el primer presidente electo con una condena penal.
Ventajas legales de Trump tras su reelección
Con su reelección, Trump gana una ventaja considerable en sus procesos judiciales. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, los presidentes en funciones no pueden ser juzgados ni encarcelados mientras desempeñan su cargo, además de que el Tribunal Supremo le concedió inmunidad parcial por los delitos cometidos durante su mandato.
En el caso de la falsificación de registros comerciales en Nueva York, el juez Merchan tiene la potestad de retrasar la sentencia hasta después de la asunción de Trump como presidente, lo que podría diluir las implicaciones legales de la causa. En cuanto a los documentos clasificados que Trump trasladó desde la Casa Blanca a su residencia en Mar-a-Lago, Florida, el fiscal especial Jack Smith ha solicitado suspender una apelación contra la decisión que desestimó los cargos, lo que deja en suspenso este caso.
Además, el proceso judicial en Georgia por interferencia electoral podría verse afectado por un posible conflicto de interés, ya que la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, ha sido vinculada a un romance con el fiscal especial Nathan Wade, lo que podría descalificarla.
Complicaciones adicionales
Por si fuera poco, Trump enfrenta otros casos civiles. En Nueva York, fue condenado a pagar 83,3 millones de dólares por difamar a la escritora E. Jean Carroll, quien lo acusó de agresión sexual en la década de 1990. También fue multado con 175 millones de dólares por exagerar el valor de sus activos empresariales. Ambos casos están siendo apelados por el expresidente.
La reelección de Trump plantea interrogantes sobre el futuro de estos procesos, especialmente si los fiscales involucrados en sus causas dimiten antes de que asuma la presidencia el próximo 20 de enero, lo que podría retrasar o incluso desestimar algunas de las acusaciones más serias en su contra. Sin embargo, con la inmunidad presidencial y las controversias legales en curso, Trump continúa siendo una figura clave en la política estadounidense, mientras sus casos judiciales permanecen en el aire.