Tokio, 24 sep. – El ministro de Defensa japonés, Minoru Kihara, anunció este martes que Japón está “vigilando de cerca” las actividades militares de China y Rusia después de recientes violaciones de su espacio aéreo por parte de ambos países.
Kihara destacó en una rueda de prensa, tras la reunión del Gabinete, que el Ministerio de Defensa y las Fuerzas de Autodefensa de Japón están comprometidos con la protección de su territorio, tanto en el mar como en el aire. Esta declaración se produce un día después de que un avión militar ruso violara el espacio aéreo japonés al norte del archipiélago, en medio de maniobras conjuntas de las fuerzas armadas de China y Rusia en la región.
Durante el lunes, entre las 13:00 y las 15:00 hora local (4:00 a 6:00 GMT), un avión de patrulla marítima ruso Ilyushin Il-38 penetró en tres ocasiones el espacio aéreo cercano a la isla japonesa de Rebun, situada en el mar de Japón y próxima a Hokkaido. Japón protestó diplomáticamente ante Moscú en respuesta a esta incursión.
El país nipón reaccionó al incidente desplegando cazas de sus Fuerzas Aéreas de Autodefensa, que utilizaron bengalas para advertir a las aeronaves rusas de su intrusión, una medida que Kihara calificó de “severa” pero “apropiada”.
Esta violación del espacio aéreo se produjo el mismo día en que las maniobras navales conjuntas de China y Rusia en el mar de Japón entraron en su segunda fase, con prácticas que involucraron munición real. En agosto, un avión de inteligencia chino había violado brevemente el espacio aéreo japonés cerca de las islas de la prefectura de Nagasaki, marcando la primera infracción de este tipo por parte de una aeronave china en el archipiélago.
La cancillera japonesa, Yoko Kamikawa, compartió la preocupación expresada por Kihara en una reunión con su homólogo chino, Wang Yi, en Nueva York, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Las actividades militares de China y Rusia se han concentrado en torno a las disputadas islas Senkaku, que son administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín, que las denomina Diaoyu. Además, la reciente incursión se produjo al norte de Japón, en la región de las Kuriles, donde Rusia ocupó cuatro de las islas durante la Segunda Guerra Mundial, un tema que sigue siendo un obstáculo en las relaciones bilaterales entre Japón y Rusia. Aunque en 1956 se firmó una declaración para reanudar relaciones diplomáticas y discutir la devolución de dos islas, este compromiso no ha sido cumplido hasta la fecha.