San Diego, 01 sep.- Las autoridades estadounidenses prevén que los arrestos por cruces ilegales en la frontera sur durante agosto experimenten un leve incremento en comparación con julio, lo que podría interrumpir una racha de cinco meses consecutivos de descensos. Sin embargo, las cifras siguen estando cerca de sus niveles más bajos en los últimos cuatro años.

Hasta el jueves, se habían registrado unas 54.000 detenciones, y al ritmo actual, el total de agosto podría alcanzar aproximadamente 58.000 cuando el mes finalice este sábado, según informaron dos funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) bajo condición de anonimato, ya que la información aún no se ha hecho pública.

Este conteo sugiere que las detenciones podrían estar tocando fondo después de haberse reducido a la mitad tras un máximo histórico de 250.000 en diciembre pasado. Las autoridades estadounidenses atribuyen esta disminución, en gran medida, a una mayor vigilancia fronteriza por parte de las autoridades mexicanas. Las detenciones cayeron significativamente tras la suspensión temporal de los procesos de asilo en junio por parte del presidente Joe Biden, alcanzando 56.408 en julio, la cifra más baja reportada en cuatro años, con una variación mínima en agosto.

Al ser consultado sobre las cifras recientes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitió un comunicado del secretario Alejandro Mayorkas, en el que instó al Congreso a apoyar la legislación que proponía suspender la tramitación de solicitudes de asilo cuando los cruces alcancen un cierto umbral, además de modificar los criterios para otorgar asilo con el fin de aliviar la saturación en las cortes migratorias, y añadir más agentes a la Patrulla Fronteriza.

Los republicanos, incluido el expresidente y candidato presidencial Donald Trump, se opusieron a esta legislación, considerándola insuficiente.

“Gracias a las medidas adoptadas por la Administración Biden-Harris, el arduo trabajo del personal del DHS y nuestras asociaciones con otros países de la región y de todo el mundo, seguimos viendo la menor cifra de encuentros en nuestra frontera suroccidental desde septiembre de 2020”, señaló Mayorkas el sábado.

La drástica reducción en el número de detenciones en comparación con las cifras históricas del año pasado es un alivio para la Casa Blanca y para la candidata presidencial demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris. No obstante, Harris ha sido objeto de críticas tanto por parte de activistas de derechos de los inmigrantes, que consideran que las restricciones al asilo van demasiado lejos, como de defensores de una aplicación más estricta de la ley, quienes creen que las nuevas y ampliadas vías legales para ingresar al país son demasiado permisivas.

Hasta finales de julio, más de 765.000 personas ingresaron legalmente a Estados Unidos a través de una aplicación de citas en línea llamada CBP One, y otras 520.000 personas de cuatro nacionalidades ingresaron vía aeropuertos con el respaldo de patrocinadores financieros. En julio, se suspendió temporalmente la opción de ingreso para personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela debido a preocupaciones sobre un posible fraude por parte de patrocinadores financieros en Estados Unidos.

En agosto, San Diego volvió a ser la ciudad con el mayor número de detenciones entre los nueve sectores de la Patrulla Fronteriza ubicados en la frontera con México, seguida de El Paso, Texas, y Tucson, Arizona. Las detenciones de colombianos y ecuatorianos disminuyeron, lo que las autoridades atribuyen a un aumento en los vuelos de deportación a esos países sudamericanos. La mayoría de los inmigrantes detenidos provenían de México, Guatemala y Honduras.

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