París, 27 julio.- La circulación de los trenes de alta velocidad (TGV) en Francia ha mejorado significativamente este sábado, después de que el viernes 100,000 de los 250,000 pasajeros que tenían previsto utilizarlos se vieran afectados por cancelaciones debido a un sabotaje en tres de los cuatro grandes corredores ferroviarios.
“La situación ha mejorado hoy,” subrayó el ministro de Transportes, Patrice Vergriete, en una declaración a la prensa desde la célula de crisis encargada del seguimiento. Explicó que “la vuelta completa a la normalidad está prevista para el lunes”.
Vergriete insistió en que se ha movilizado a “cientos” de empleados para restablecer la circulación, particularmente para reparar las instalaciones de señalización que fueron incendiadas en la madrugada del viernes en una operación “criminal” cuya investigación ha sido centralizada por la Fiscalía de París.
En cuanto a la investigación, el ministro reconoció que “no hay elementos nuevos” y precisó que hay “una cincuentena de investigadores” trabajando con el objetivo de “encontrar rápidamente a los culpables y poder sancionarles”.
El sabotaje consistió en el incendio de tres equipamientos de señalización en puntos estratégicos de los corredores TGV del Norte, Este y Atlántico. También hubo una tentativa en el corredor del Sureste (las líneas que van de París a Lyon, Marsella o Barcelona), pero unos empleados sorprendieron a un grupo de individuos que huyeron en una camioneta cuando trataban de quemar otra instalación del mismo tipo.
Estos ataques obligaron a cancelar 200 de los 750 trenes de alta velocidad programados el viernes en Francia, dejando a solo 150,000 de los 250,000 pasajeros con billete capaces de realizar sus viajes.
El corredor Este, que va de París en dirección de Luxemburgo y Estrasburgo, ya ha sido completamente reparado, y los trenes circulan con normalidad desde las 6:30 (04:30 GMT) de la mañana.
En el eje Norte (de París en dirección de Lille, Londres, Bruselas, Países Bajos y el norte de Alemania), el 70 % de los convoyes funcionan, frente a un tercio el viernes, aunque con entre una y dos horas de retraso debido a desvíos por la vía convencional a menor velocidad.
En el eje del Atlántico (las líneas de París a Bretaña y a destinos del suroeste, como Burdeos, Toulouse o el País Vasco) también funcionan un 70 % de los trenes, igualmente con retrasos de entre una y dos horas por las mismas razones.
Para prevenir futuros ataques, se ha reforzado la vigilancia de las vías con un millar de empleados de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), además de 250 agentes de seguridad, 50 drones y helicópteros de Gendarmería. “El objetivo evidentemente,” indicó Vergriete, “es evitar una nueva operación de sabotaje, sobre todo allí donde fracasaron, en la línea hacia el Sureste”.