Washington , 20 Julio.- Usuarios y empresas de sectores esenciales alrededor del mundo, incluidos banca, aeronáutica, medios de comunicación y salud, enfrentan este sábado las secuelas del mayor apagón informático registrado hasta la fecha. La crisis fue provocada por una actualización defectuosa del sistema operativo Microsoft Windows, tras la implementación de una actualización por parte de la empresa de ciberseguridad CrowdStrike.
Un Error Global con Consecuencias Severas
El apagón informático comenzó tras un fallo en una actualización de software de CrowdStrike, una compañía con sede en Austin (Texas), que afectó a la plataforma Windows 10. La actualización provocó que los equipos se quedaran atascados en la temida “pantalla azul de la muerte”, un error crítico que dejó a millones de sistemas inoperativos a nivel global. George Kurtz, CEO de CrowdStrike, aclaró en un mensaje en X que el incidente no fue un ciberataque, sino un problema técnico aislado.
Impacto en el Sector Aéreo
El sector más afectado ha sido el de la aviación. La falla en los sistemas de Microsoft causó interrupciones masivas en el registro de pasajeros y errores en los sistemas de información de aerolíneas. Más de 31,000 vuelos fueron retrasados y alrededor de 3,600 cancelados en Estados Unidos. Aeropuertos internacionales, como Heathrow en Londres, y en países como Argentina, Panamá y Chile, también experimentaron problemas, aunque en menor medida.
Otras Áreas Afectadas
El impacto del apagón se extendió a varios otros sectores. Bancos, instituciones, organismos y hospitales también se vieron afectados. En Francia, el sistema informático de París 2024 sufrió interrupciones parciales que impidieron la entrega de uniformes y acreditaciones. En Australia, los sistemas de pago en supermercados y bancos enfrentaron problemas similares. En Japón, el fallo afectó a una web del sistema ferroviario y a las cajas registradoras de distintos negocios.
Reacciones y Consecuencias
CrowdStrike ha anunciado que ya ha solucionado el problema que causó el apagón, aunque advirtió que la recuperación total podría llevar tiempo. La empresa ha enfrentado una caída del 11% en el valor de sus acciones tras el incidente. La situación ha generado una respuesta global, con autoridades y empresas trabajando para restaurar la normalidad y mitigar los efectos del fallo.
Este apagón informático destaca la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas a fallos tecnológicos, subrayando la necesidad de robustecer los sistemas de seguridad y recuperación para prevenir futuros incidentes de esta magnitud.