París, 5 de julio. — A medida que la campaña para la segunda vuelta de las elecciones a la Asamblea Nacional francesa concluye, la ultraderecha liderada por Marine Le Pen parece alejarse de la posibilidad de obtener una mayoría absoluta. Con la votación programada para este domingo, las encuestas sugieren un camino complicado para la Agrupación Nacional (RN), a pesar de los llamamientos finales a la movilización de sus votantes.
Marine Le Pen ha mantenido una postura optimista, insistiendo en entrevistas que su partido aún puede lograr la mayoría absoluta necesaria para formar gobierno. Sin embargo, los últimos sondeos muestran que la RN podría obtener entre 170 y 230 escaños, muy por debajo de los 289 necesarios para una mayoría en la Asamblea Nacional.
Por su parte, Jordan Bardella, candidato de la RN para primer ministro, ha hecho un llamamiento final en la plataforma X (anteriormente Twitter), instando a los franceses a no dejarse “robar la victoria” y a darle la mayoría absoluta que necesita para “enderezar Francia”. Bardella ha dejado claro durante la campaña que sin una mayoría absoluta no intentará formar gobierno.
La campaña ha estado marcada por un llamado a la acción de figuras públicas como el futbolista Kylian Mbappé, quien instó a votar con “urgencia” para evitar dejar el país “en manos de esa gente”. En respuesta, Le Pen criticó a los deportistas y artistas que, desde su perspectiva, intentan influir en el voto de los franceses con sus declaraciones.
Los líderes de otros partidos también han hecho llamamientos a la movilización. Raphaël Glucksmann, uno de los líderes socialistas, ha pedido una participación masiva para contrarrestar la posibilidad de una mayoría absoluta de la RN. El primer ministro Gabriel Attal, mientras tanto, ha advertido sobre las consecuencias de un gobierno de extrema derecha, describiendo el programa del RN como “funesto” y potencialmente “catastrófico” para la economía francesa.
El final de la campaña llega tras una semana intensa y a menudo marcada por la violencia. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, reportó agresiones a 51 candidatos y militantes, destacando un “clima de gran violencia” en el proceso electoral. Con la retirada de más de 200 candidatos de varios partidos en un esfuerzo por consolidar el voto y desafiar a la ultraderecha, las próximas elecciones prometen ser decisivas para el futuro político y social de Francia.