Los Ángeles, 24 de junio.- El presidente Joe Biden y su predecesor, Donald Trump, afinan sus estrategias de cara al esperado debate presidencial del próximo 27 de junio en Atlanta, organizado por CNN. Este evento, que podría ser decisivo en la carrera hacia la Casa Blanca, se produce antes de las nominaciones oficiales de sus partidos, rompiendo con la tradición.
Mientras Biden se ha recluido en Camp David con sus asesores, Trump ha optado por acercarse a sus seguidores mediante mítines en Washington y Filadelfia, creando expectativa sobre su elección de candidato a vicepresidente. En estos eventos, ha continuado con su táctica de atacar a Biden por temas como la inmigración y el crimen, además de burlarse de la edad y la vitalidad del presidente.
Ambas campañas están conscientes de la importancia de los momentos virales en redes sociales durante el debate, aunque esto signifique dejar de lado propuestas sobre temas críticos. Trump se prepara en Mar-a-Lago, enfocado en temas como la inmigración y la inflación, mientras Biden ensaya respuestas sobre la insurrección del 6 de enero y otras acusaciones.
Después del debate, Biden tiene programado un evento de campaña en Carolina del Norte, mientras Trump planea un mitin en Virginia, ambos buscando capitalizar el momento post-debate para fortalecer sus campañas presidenciales.