QUITO, 28 julio – La ola de violencia que sacude a Ecuador dejó otro trágico saldo este domingo, cuando un ataque armado en un bar del municipio de El Empalme, en la provincia de Guayas, dejó 17 personas muertas y al menos 11 heridas, según confirmó este lunes la Fiscalía General del Estado.

El ataque ocurrió en el interior del local nocturno conocido como La Clínica, ubicado en la localidad rural de La Guayas, donde varios sujetos fuertemente armados abrieron fuego indiscriminadamente contra los asistentes.

Inicialmente se había reportado la muerte de 13 personas, pero las autoridades ajustaron la cifra tras nuevas verificaciones forenses.

Asesinato masivo con fusiles

De acuerdo con el jefe de la Policía en El Empalme, Óscar Valencia, los atacantes se desplazaban en dos camionetas y utilizaron fusiles de alto calibre, como lo evidencian los numerosos casquillos de bala encontrados en la escena del crimen.

Antes del tiroteo en el bar, los mismos sujetos habrían asesinado a otras dos personas a varios kilómetros de distancia, lo que ha llevado a los investigadores a sospechar de una posible represalia entre bandas delictivas.

“Estamos recabando información para determinar si fue un ataque dirigido o parte de un ajuste de cuentas. Se manejan varias hipótesis”, declaró Valencia.

Los equipos de criminalística de la Policía Nacional trabajan en el análisis de cámaras de seguridad, testimonios y posibles antecedentes de amenazas contra las víctimas para establecer el móvil del crimen.

Contexto de violencia creciente en Guayas

La provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, se ha convertido en el epicentro del crimen organizado en Ecuador. La ciudad fue calificada por las autoridades como el foco principal de la violencia generada por bandas armadas que el Gobierno ha catalogado como terroristas.

Este nuevo hecho se suma a otra masacre reciente ocurrida el 19 de julio en el municipio de Playas, también en Guayas, donde nueve personas fueron asesinadas dentro de un billar.

Ante el aumento de los homicidios, el presidente Daniel Noboa mantiene vigente el estado de conflicto armado interno desde 2024, en un intento por frenar la expansión del crimen organizado, que ha convertido a Ecuador en uno de los países con más alta tasa de homicidios en América Latina.

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