CIUDAD DE MÉXICO, 28 julio – Los hermanos mexicanos detenidos en el centro migratorio Everglades, conocido como la “Alcatraz de los Caimanes”, en el estado de Florida (EE.UU.), regresaron este fin de semana a México sin enfrentar cargos y con sus documentos migratorios vigentes, confirmó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El jefe de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco Álvarez, explicó que su retorno fue posible gracias a una gestión consular eficaz y al acompañamiento legal brindado por especialistas migratorios.
“Ambos están ya en nuestro país sin cargos y con sus documentos vigentes (…) El diálogo con autoridades locales y federales permitió la salida voluntaria de los jóvenes este fin de semana”, indicó Velasco en sus redes sociales.
Apoyo legal y presión diplomática
La liberación fue posible gracias a la intervención de los consulados mexicanos en Orlando y Miami, además de una abogada del Programa de Asesorías Legales Externas, y con el respaldo de aliados de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA).
El caso cobró notoriedad después de que Carlos Martín González, de 26 años, y su hermano fueran arrestados tras una infracción vial, pese a tener visas válidas, y posteriormente trasladados al centro de detención Everglades, señalado por sus condiciones degradantes.
Esta prisión migratoria ha sido denunciada por legisladores estadounidenses y mexicanos, quienes la califican como «infamante» y demandan su cierre inmediato.
México seguirá supervisando detenciones en Everglades
Velasco enfatizó que la Cancillería seguirá atenta a la situación de otros mexicanos detenidos en Everglades, en cumplimiento de las directrices de la presidenta Claudia Sheinbaum y del canciller Juan Ramón de la Fuente, quienes ordenaron monitorear el respeto al debido proceso y la dignidad de los connacionales.
La Cámara de Diputados de México había exigido el miércoles la liberación inmediata de todos los mexicanos recluidos en Everglades, alertando sobre violaciones a los derechos humanos y denunciando la falta de recursos en las representaciones consulares de Estados Unidos.
Este caso se enmarca en el contexto de endurecimiento de las políticas migratorias tras el retorno de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. el pasado 20 de enero.
