OTTAWA, 25 junio.— El gobierno federal de Canadá presentará este otoño un nuevo proyecto de ley para endurecer las condiciones de libertad bajo fianza y aumentar las sentencias en casos de delitos graves, en especial aquellos relacionados con crimen organizado, trata de personas, invasión de viviendas y robo de vehículos, según anunció el ministro de Justicia, Sean Fraser.

La medida responde a un creciente reclamo de seguridad ciudadana y a las críticas de la oposición conservadora, que ha responsabilizado al gobierno liberal por una supuesta falta de rigor frente al auge del crimen violento. Sin embargo, Fraser asegura que esta reforma no es una concesión a los conservadores, sino una respuesta a la realidad.

“Dada la situación actual en el sistema de justicia penal, es obvio que se necesitan reformas”, declaró Fraser a The Canadian Press.

Promesas de campaña y nuevos criterios de fianza

El proyecto incluirá restricciones más severas para otorgar libertad bajo fianza a acusados reincidentes o implicados en delitos violentos y robos organizados de vehículos. También permitirá imponer sentencias consecutivas en ciertos casos graves, lo que se traducirá en penas de prisión más largas.

Las nuevas reglas se centrarán especialmente en:

  • Robos de automóviles cometidos con violencia o por redes criminales
  • Invasión de domicilios
  • Trata y contrabando de personas

“No se trata solo de reaccionar a titulares de prensa. Se trata de enviar un mensaje claro para disuadir comportamientos criminales y proteger a los ciudadanos”, afirmó Fraser.

Antecedentes legislativos

Esta no es la primera reforma de fianzas del actual gobierno. En enero de 2024, entró en vigor una ley que ya endurecía el acceso a la fianza para ciertos delitos con armas de fuego y violencia de pareja. No obstante, el nuevo plan busca profundizar esos cambios tras nuevos llamados de gobernadores provinciales y jefes de policía.

Críticas, autocrítica y cooperación federal-provincial

Fraser rechazó que esta nueva legislación signifique admitir que la oposición tenía razón. Descartó los eslóganes “simplistas” de los conservadores, aunque reconoció que las preocupaciones ciudadanas son legítimas.

“Hay un problema real con el sistema de fianzas, y no podemos descartarlo solo porque la forma en que se plantea en el Parlamento no sea la ideal”, dijo.

Además, subrayó que las provincias también deben asumir responsabilidades, como garantizar formación adecuada a jueces y capacidad suficiente en los centros de detención.

Fraser destacó que se buscará coordinación con gobiernos locales y territoriales, reconociendo que las dinámicas delictivas varían en función del contexto regional.

“Las circunstancias en las zonas rurales de Nueva Escocia no son iguales a las del centro de Toronto ni al norte del país”, explicó.

Prevención del delito: un enfoque más amplio

Más allá de las penas más duras, Fraser aseguró que el gobierno apostará por una estrategia más integral para prevenir el crimen, abordando:

  • Salud mental
  • Adicciones
  • Empleo juvenil
  • Vivienda asequible

“No solo queremos castigar después del hecho. Queremos evitar que la gente entre en el crimen desde el principio”, concluyó.


Resumen: El gobierno liberal de Mark Carney prepara un ambicioso proyecto legislativo para endurecer las leyes penales en Canadá. Si bien busca frenar el auge de delitos violentos y organizados, la reforma también busca mantener un enfoque preventivo y regionalmente adaptado, reconociendo que la justicia no es una política uniforme para todo el país.

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