LA HABANA, 30 de abril.- Los destacados opositores cubanos José Daniel Ferrer y Félix Navarro, quienes habían sido excarcelados hace apenas tres meses como parte de un proceso mediado por el Vaticano entre Cuba y Estados Unidos, fueron nuevamente detenidos este martes. Según las autoridades cubanas, ambos incumplieron los términos establecidos para cumplir sus condenas fuera de prisión.

El Tribunal Supremo Popular de Cuba justificó la decisión afirmando que tanto Ferrer como Navarro violaron las condiciones impuestas tras su liberación condicional. En el caso de Navarro, se le acusa de salir siete veces de su municipio sin permiso judicial. Por su parte, Ferrer no se presentó en dos ocasiones ante el juez encargado de supervisar su situación.


Reacciones Internacionales

La detención de estos líderes opositores ha generado una fuerte reacción a nivel internacional. Organizaciones como Amnistía Internacional (AI) y Prisoners Defenders han denunciado lo ocurrido, calificando a ambos como presos de conciencia.

  • Johanna Cilano, investigadora de AI para el Caribe, expresó en redes sociales que “desde su salida de prisión ambos han mantenido su denuncia permanente sobre las violaciones de derechos humanos y su compromiso con sus creencias y la lucha por la libertad”.
  • La plataforma opositora Consejo para la Transición Democrática de Cuba (CTDC) describió los arrestos como una “operación coordinada” para neutralizar a dos figuras clave de la disidencia cubana, señalando una “reescalada de la represión”.

Las detenciones coinciden con la proximidad del desfile oficialista del 1 de mayo, fecha que históricamente ha sido precedida por medidas restrictivas contra activistas y periodistas independientes en Cuba.


Antecedentes de Ferrer y Navarro

José Daniel Ferrer

Líder de la ilegal Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y miembro del CTDC, Ferrer fue encarcelado inicialmente tras intentar unirse a las protestas masivas del 11 de julio de 2021 (11J), consideradas las mayores manifestaciones antigubernamentales en décadas. Este no es el primer episodio de persecución contra Ferrer; ya había pasado más de una década en prisión durante la llamada Primavera Negra de 2003, cuando junto a otros 75 intelectuales, periodistas y opositores fue encarcelado bajo cargos políticos.

Tras su reciente excarcelación, Ferrer declaró a EFE que la crisis económica y social que atraviesa Cuba lo motivaba a intensificar su labor política, asegurando que “el régimen cubano está en una situación crítica y con mucho miedo, y está en sus meses o años finales”. Sin embargo, representantes del Ministerio del Interior le advirtieron que continuar con sus actividades podría derivar en su regreso a prisión.

Félix Navarro

Navarro, de 71 años, cumplía una pena de nueve años tras ser detenido en julio de 2021. Como Ferrer, también formó parte de los opositores encarcelados durante la Primavera Negra de 2003. Tras su excarcelación, expresó optimismo sobre el futuro político de Cuba, abogando por una mayor coordinación entre las fuerzas disidentes e incluso proponiendo una reunión de los principales líderes opositores.

Su hija, Sayli Navarro, cofundadora del movimiento Damas de Blanco, sigue recluida tras ser detenida durante las protestas del 11J. Su caso continúa siendo motivo de preocupación para organizaciones defensoras de derechos humanos.


Contexto Político y Represión

El proceso de excarcelaciones anunciado por el gobierno cubano en enero de este año benefició a 553 prisioneros, aunque organizaciones como Prisoners Defenders señalaron que solo alrededor de 200 eran presos políticos, mientras que el resto correspondía a reclusos comunes. El anuncio coincidió con la exclusión temporal de Cuba de la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo, una medida que Washington atribuyó a un acuerdo mediado por el Vaticano.

Sin embargo, tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Cuba volvió a ser incluida en dicha lista, lo que provocó una desaceleración significativa en el proceso de excarcelaciones. Varias ONG han criticado el carácter “opaco, incompleto, injusto y fraudulento” del proceso, argumentando que muchas liberaciones no han respetado principios básicos de transparencia.


Preocupación por la Libertad de Expresión

Los arrestos de Ferrer y Navarro refuerzan las preocupaciones sobre la libertad de expresión y el espacio cívico en Cuba. Las restricciones impuestas a los excarcelados —como prohibiciones de movimiento y obligaciones de presentarse regularmente ante las autoridades— han sido ampliamente criticadas como mecanismos para limitar su capacidad de movilización política.

En un contexto marcado por una profunda crisis económica y social, las voces críticas al régimen enfrentan mayores riesgos de represión. Activistas y analistas coinciden en que estas detenciones buscan enviar un mensaje claro a otros líderes opositores sobre las consecuencias de desafiar al gobierno.


Conclusión: Un Futuro Incierto

La detención de Ferrer y Navarro no solo representa un retroceso en los avances logrados durante el proceso de excarcelaciones, sino que también subraya la fragilidad de los derechos humanos en Cuba. Mientras las autoridades justifican estas acciones bajo argumentos legales, la comunidad internacional ve en ellas una estrategia deliberada para silenciar voces disidentes.

Como señaló Ferrer antes de su detención: “No puede haber descanso”. Para muchos, estas palabras encapsulan el espíritu de resistencia que caracteriza a quienes luchan por la democracia en Cuba, incluso frente a la adversidad más extrema.

Mientras tanto, organizaciones internacionales y líderes mundiales siguen exigiendo claridad y justicia en casos como estos, recordando que la defensa de los derechos humanos debe ser una prioridad global.

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