COPENHAGUE, 30 de abril.- Un joven de 16 años, fugado de un centro para menores, es el principal sospechoso del tiroteo ocurrido este martes en la ciudad sueca de Uppsala, que dejó tres muertos y ha generado una ola de conmoción en el país. El incidente tuvo lugar a pocos días de la celebración de la Noche de Walpurgis, una festividad tradicional vinculada a la llegada de la primavera.


El Perfil del Sospechoso

El adolescente, cuya identidad no ha sido revelada, había abandonado el centro para menores hace unos días y fue detenido en su casa apenas dos horas después del tiroteo. Según informes, llevaba tiempo en el radar de los servicios sociales debido a sus vínculos con actividades delictivas y grupos criminales.

Aunque las autoridades aún investigan los detalles del caso, medios locales como la televisión pública SVT informaron que el joven había residido temporalmente en el país de origen de su padre antes de regresar a Suecia hace dos meses. Su ingreso al centro para menores se debió precisamente a estos contactos con redes delictivas.

Sin embargo, el jefe de área de la Policía de Uppsala, Erik Åkerlund, señaló que, por ahora, no hay evidencia concluyente de una conexión directa entre el crimen y bandas organizadas.


Las Víctimas y el Escenario del Crimen

Las tres víctimas, de entre 15 y 20 años, fueron encontradas sin vida dentro de una peluquería en el centro de Uppsala. Según el canal de televisión TV4, tanto el sospechoso como las víctimas eran conocidos de las autoridades y tenían antecedentes relacionados con actividades delictivas.

El tiroteo ocurrió cerca de la plaza de Vaksala, cuando la Policía recibió un aviso sobre “fuertes detonaciones” a las 17:04 (15:04 GMT). Las fuerzas de seguridad desplegaron rápidamente un amplio dispositivo, bloqueando varias zonas colindantes e interrumpiendo el tráfico ferroviario durante casi una hora.


Un Acto de Violencia Extrema

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, calificó el incidente como un acto de violencia extremo, describiéndolo como “casi una ejecución”. Este tipo de eventos violentos ha aumentado en los últimos años en Suecia, impulsados principalmente por conflictos entre bandas criminales, un problema que también ha impactado a países vecinos como Noruega y Dinamarca.

El ministro de Justicia, Gunnar Strömmer, lamentó que muchos menores sean reclutados por estas bandas incluso mientras están bajo control estatal en centros para jóvenes. Destacó la necesidad urgente de abordar esta problemática para evitar futuros casos similares.

“Es preocupante que algunos menores, incluso en instituciones estatales, sigan siendo vulnerables a la influencia de grupos criminales”, declaró Strömmer.


Contexto de Violencia Creciente en Suecia

El aumento de tiroteos mortales en Suecia en los últimos años ha generado preocupación nacional e internacional. Estos incidentes, generalmente vinculados a disputas entre bandas rivales, han afectado a comunidades enteras y han puesto en duda la efectividad de las políticas de seguridad y prevención juvenil.

Aunque las autoridades han reiterado que el tiroteo en Uppsala parece ser un hecho “aislado” y no representa una amenaza inmediata para la ciudadanía, el caso ha generado un debate sobre la necesidad de reformar el sistema de atención a menores en riesgo y fortalecer las medidas contra el crimen organizado.


Conclusión: Un País en Alerta

El tiroteo en Uppsala ha sacudido a Suecia en vísperas de una festividad tradicional que simboliza esperanza y renovación. Mientras las autoridades trabajan para determinar los motivos exactos detrás de este acto de violencia, el caso subraya la urgencia de abordar las causas profundas de la delincuencia juvenil y la creciente influencia de las bandas criminales en el país.

El gobierno sueco enfrenta una presión creciente para implementar soluciones efectivas que protejan a los jóvenes vulnerables y garanticen la seguridad de las comunidades. Como señaló el primer ministro Kristersson, este tipo de tragedias no solo afecta a las víctimas directas, sino que deja una cicatriz profunda en toda la sociedad.

“Debemos trabajar juntos para construir un futuro más seguro y prevenir que estos eventos vuelvan a ocurrir”, concluyó el ministro Strömmer.

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