MONTREAL, 22 ABRIL.- Los consumidores canadienses podrían enfrentar un aumento significativo en el precio de su taza diaria de café debido a las políticas arancelarias implementadas por el presidente estadounidense Donald Trump, según expertos de la industria cafetalera. Aunque los aranceles directamente aplicados a productos específicos han sido temporalmente pausados, las repercusiones económicas ya están siendo sentidas en toda la cadena de suministro del café.


Aranceles y su Efecto en el Comercio de Café

Trump había amenazado con imponer aranceles extremadamente elevados a países productores clave de café como Vietnam, Indonesia e India, antes de retractarse parcialmente y anunciar un arancel base del 10% para todos los bienes importados. Sin embargo, muchos tostadores y marcas de café canadienses dependen de intermediarios estadounidenses para obtener sus productos, lo que significa que cualquier incremento de costos en Estados Unidos inevitablemente se trasladará al mercado canadiense.

Además, los productos estadounidenses importados a Canadá, incluyendo café procesado, también están sujetos a aranceles impuestos por el gobierno canadiense como respuesta a las medidas proteccionistas de Trump. Esto genera una doble presión sobre los precios del café en Canadá, afectando tanto a pequeñas tostadoras locales como a grandes cadenas nacionales.


Impacto en los Consumidores Canadienses

Según datos del Departamento de Estadísticas de Canadá, el precio del café en regiones como Columbia Británica aumentó un 15% entre 2024 y 2025, con incrementos promedio de un dólar por bolsa. Este crecimiento no solo refleja los efectos de los aranceles, sino también otros factores globales como el cambio climático, que ha reducido las cosechas en algunas de las principales zonas productoras de café.

“Esto será definitivamente un shock para los tostadores de café canadienses, los importadores y las empresas que venden café en Canadá,” afirmó Stuart McCook, profesor de historia en la Universidad de Guelph. McCook destacó que esta situación representa un cambio drástico en la relación histórica entre Canadá y EE.UU., donde previamente el comercio de café fluía sin restricciones significativas.


Perspectiva de la Industria Cafetalera

La Asociación del Café de Canadá (CAC) advierte que los precios seguirán siendo altos durante un período prolongado. Según su presidente, Robert Carter, los aranceles se suman a la ya creciente presión sobre los precios del grano verde crudo, que están en niveles récord debido a problemas relacionados con el clima y la escasez de suministros.

“Será un período difícil para el café en general, y luego los aranceles, obviamente, solo le echarán más leña al fuego,” señaló Carter. La CAC estima que el 74% de los canadienses consume al menos una taza de café al día, lo que convierte al café en uno de los productos esenciales más afectados por estos cambios.


Alternativas Locales y Éticas

Algunas voces dentro de la industria sugieren que los consumidores deberían optar por comprar café de empresas locales que establecen conexiones directas con agricultores, evitando así depender de intermediarios estadounidenses.

Matt Johnson, propietario de Prototype Coffee en Vancouver, explicó que su negocio no se verá afectado significativamente porque él mismo tuesta granos de café y opera fuera de los mercados estadounidenses. Sin embargo, reconoce que las marcas más grandes probablemente enfrentarán desafíos considerables: “Es una razón más para recomendar a la gente aquellas empresas de café interesadas en conexiones éticas y sostenibles.”

Por su parte, Laura Perry, quien dirige Luna Coffee cerca de Vancouver, subrayó que incluso las pequeñas tostadoras pueden verse impactadas, aunque anticipa que los efectos no serán inmediatos. “No creo que empecemos a ver esos aranceles en nuestras llegadas hasta finales de junio,” dijo Perry, quien aboga por la compra de café de origen ético como una forma de contrarrestar estas crisis.


Interdependencia Global

Para Perry, este momento revela cuánto dependen las economías globales unas de otras y cómo deben valorarse adecuadamente los productos agrícolas básicos como el café. “Lo que estos aranceles, además de todo lo demás, han revelado al mundo es lo interconectados que estamos unos con otros,” concluyó.

En resumen, mientras los consumidores canadienses lidian con precios más altos, la industria cafetalera local busca alternativas creativas para mitigar el impacto de los aranceles y garantizar que el café siga siendo accesible y sostenible en el futuro.

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