TEHERÁN, 15 de abril — El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, ofreció este martes sus primeras declaraciones sobre las recientes negociaciones con Estados Unidos respecto al programa nuclear iraní, calificando los “primeros pasos” como “bien”. Sin embargo, su tono fue cauteloso, subrayando la desconfianza hacia Washington mientras llamaba a no atar los problemas internos del país a los resultados de las conversaciones.
Un Comienzo Positivo, pero con Reservas
En un encuentro con parlamentarios en Teherán, Jameneí afirmó que las conversaciones se han llevado a cabo “bien en los primeros pasos”, aunque destacó que tanto Irán como EE.UU. tienen “líneas rojas claras”, sin especificar cuáles son.
“Por supuesto, nosotros desconfiamos mucho de la otra parte, pero somos optimistas acerca de nuestras capacidades”, declaró Jameneí, quien adoptó una postura equilibrada al advertir que no deben ser “ni demasiado optimistas ni demasiado pesimistas” sobre los resultados de las negociaciones.
El líder supremo también hizo hincapié en que Irán no debe cometer los mismos errores que en las negociaciones que llevaron al acuerdo nuclear de 2015. Según Jameneí, durante aquel proceso se vincularon excesivamente los problemas internos del país a los resultados de las conversaciones, algo que consideró un error estratégico.
Primera Ronda de Negociaciones en Omán
Las negociaciones entre Irán y EE.UU. comenzaron formalmente el pasado sábado en Omán, en lo que ambas partes describieron como un diálogo “constructivo” y “positivo”. Aunque los dos países no mantienen relaciones diplomáticas, los diálogos se realizaron de manera indirecta, con mediación del gobierno omaní.
El ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, y el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, representaron a sus respectivos países en estas reuniones. Una segunda ronda está programada para el próximo sábado, inicialmente prevista en Roma, pero que también tendrá lugar en Omán.
Diplomacia Activa de Irán
Ante la inminente segunda ronda de conversaciones, Irán ha intensificado su actividad diplomática. El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, tiene previsto visitar Teherán próximamente, mientras que Araqchí viajará a Rusia, uno de los aliados más cercanos de Irán, para discutir los avances en las negociaciones.
Estas movidas reflejan la importancia que Teherán está otorgando a estos diálogos, así como su intención de mantener informados a sus socios internacionales sobre los progresos logrados.
La Sombra de Trump: Amenazas y Presión
La presión sobre Irán ha aumentado significativamente desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con ataques militares si no se alcanza un acuerdo sobre el programa nuclear iraní. Durante su primer mandato (2017-2021), Trump retiró unilateralmente a EE.UU. del acuerdo nuclear de 2015, conocido oficialmente como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), e impuso sanciones devastadoras contra Irán.
Inicialmente, Jameneí había descartado cualquier posibilidad de negociar con la administración de Trump, calificándolo de “ni inteligente, ni sabio”. Sin embargo, el líder supremo cambió de parecer, permitiendo que las conversaciones avanzaran bajo ciertas condiciones.
El Acuerdo Nuclear de 2015: Un Antecedente Crucial
El JCPOA, firmado en 2015 entre Irán y seis potencias mundiales (EE.UU., Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania), establecía límites estrictos a las actividades nucleares de Irán a cambio de un alivio significativo de las sanciones internacionales. Sin embargo, tras la salida de EE.UU. en 2018, Irán comenzó a incumplir gradualmente sus compromisos, argumentando que las otras partes no cumplieron con su promesa de proteger la economía iraní de las sanciones estadounidenses.
Ahora, con las actuales negociaciones, ambos países buscan encontrar un nuevo marco que garantice que el programa nuclear iraní sea exclusivamente pacífico, mientras se aborda el levantamiento de sanciones.
¿Qué Se Puede Esperar?
¿Es posible un nuevo acuerdo entre Irán y EE.UU.? Aunque las primeras señales son positivas, las profundas desconfianzas entre las partes y las diferencias sustanciales sobre cuestiones clave, como las inspecciones del OIEA y el alcance del alivio de sanciones, podrían complicar las negociaciones.
El llamado de Jameneí a no depender exclusivamente de estas conversaciones refleja una estrategia pragmática por parte de Irán, que busca proteger sus intereses nacionales mientras explora opciones diplomáticas. Al mismo tiempo, la presión ejercida por Trump añade un elemento de urgencia a las discusiones.
Con una segunda ronda programada para el próximo sábado, todas las miradas estarán puestas en Omán para ver si ambas partes pueden superar sus diferencias y avanzar hacia un acuerdo que satisfaga a la comunidad internacional y garantice la estabilidad regional.
Conclusión: Optimismo Cauteloso
Mientras Irán y EE.UU. intentan reconstruir un puente diplomático frágil, las palabras de Jameneí sugieren que Teherán está dispuesta a explorar esta oportunidad, pero con reservas bien fundamentadas. El éxito de estas negociaciones dependerá no solo de la voluntad política de ambas partes, sino también de su capacidad para superar décadas de desconfianza mutua y encontrar un terreno común que beneficie a todos.