Tucson (Arizona), 26 de marzo — La semana pasada, más de 16 agentes fuertemente armados de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) irrumpieron en Beef Master Meat Market, una carnicería hispana en el sur de Tucson, Arizona. Según su dueño, Marco Antonio López, el operativo no solo paralizó temporalmente su negocio, sino que también generó un ambiente de miedo entre trabajadores, clientes y proveedores, impactando severamente sus ingresos.

El empresario mexicano relató a EFE cómo los agentes rodearon su establecimiento con vehículos encubiertos y patrullas estacionadas estratégicamente. Aunque los oficiales afirmaron que no se trataba de una redada, sino de una verificación de documentos laborales, el efecto colateral ha sido devastador para su negocio y la comunidad local.


Impacto Inmediato en “Beef Master Meat Market”

López explicó que tras el operativo, ninguno de sus ocho empleados regresó al trabajo al día siguiente. Ahora, él, su esposa y sus hijos son los únicos que atienden el negocio, lo que ha llevado a reducir servicios, como la venta de comida preparada, que representaba una parte importante de sus ingresos.

“Desde entonces, mis ingresos han caído a la mitad”, aseguró López, quien abrió el negocio hace 15 años y nunca había enfrentado una visita de ICE. Además, destacó que las familias mixtas de sus empleados temen que los agentes migren su atención hacia sus hogares, poniendo en riesgo a todos los miembros del núcleo familiar, independientemente de su estatus migratorio.


Una Tendencia Preocupante en Negocios Hispanos

Otros dueños de pequeños negocios en áreas predominantemente latinas de Tucson reportaron situaciones similares. Según activistas locales, muchos negocios han experimentado una caída de hasta el 50 % en sus ingresos tras ser blanco de operativos de ICE y la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

María Eugenia Carrasco, de la Coalición de Derechos Humanos de Arizona, señaló que estos operativos no son exclusivos de Tucson. En los primeros meses del gobierno de Donald Trump, campos agrícolas, fábricas, peluquerías y otros negocios en comunidades latinas han sido inspeccionados, causando estragos económicos y sociales.

“Estamos seguros de que ya han visitado más de la mitad de los pequeños negocios aquí en el sur de Tucson”, dijo Carrasco. “Aseguran que es solo una verificación de empleo, pero la forma en que llegan intimida e inyecta miedo en la comunidad”.


Miedo Generalizado entre Trabajadores y Clientes

El miedo no solo afecta a los empleados, sino también a los clientes y proveedores. Muchos consumidores evitan visitar negocios que han estado bajo la mira de ICE, temiendo ser asociados o involucrados en futuros operativos. Del mismo modo, algunos proveedores han suspendido sus entregas para evitar problemas legales o asociaciones negativas.

“Los proveedores ya no vienen tan seguido, y los clientes tienen miedo de que ICE pueda regresar”, lamentó López. Este clima de incertidumbre amenaza la supervivencia de negocios que durante años han sido pilares de las comunidades hispanas.


Desafíos para Contratar Personal

El empresario también describió los desafíos previos al operativo para contratar personal. López aseguró que intentó contratar a estadounidenses, pero muchos rechazaron las ofertas debido a demandas salariales más altas, horarios flexibles y garantías de jornadas completas que no siempre podía cumplir.

Incluso recurrió a ofrecer empleo a personas sin hogar, quienes también declinaron. Finalmente, optó por trabajar con un contratista independiente para gestionar la contratación, argumentando: “Yo no soy agente de inmigración, no sé decir quién tiene permiso o no para trabajar”.

Sin embargo, esta decisión ahora lo expone a posibles auditorías y multas significativas. En Tucson, los negocios que contratan inmigrantes indocumentados pueden enfrentar sanciones de hasta 27,000 dólares por empleado.


Reestructuración Forzada del Negocio

Ante la falta de personal, López está considerando reestructurar su negocio. Esto incluye reducir horarios, eliminar servicios y minimizar operaciones, medidas que inevitablemente resultarán en pérdidas adicionales. “Pagar impuestos de 16,000 dólares anuales ya es difícil, pero mantener el negocio abierto sin ayuda es casi imposible”, comentó.


Denuncias Escasas y Temor a Represalias

Activistas como Carrasco señalan que muy pocos propietarios de negocios denuncian estas visitas de ICE debido al temor a represalias, pérdida de clientela o incluso cierre definitivo de sus establecimientos. “La mayoría prefiere quedarse callados y seguir adelante, aunque eso signifique perder ingresos o cerrar poco a poco”, indicó.


Consecuencias Socioeconómicas

Los operativos de ICE no solo afectan a los negocios directamente inspeccionados, sino que también tienen un efecto dominó en la economía local. Pequeñas empresas hispanas son motores clave de empleo y actividad económica en comunidades vulnerables, y su deterioro puede profundizar la crisis social y económica en estas áreas.

Según los activistas, estas acciones forman parte de una estrategia más amplia del gobierno para cumplir promesas de campaña relacionadas con redadas y deportaciones masivas. Sin embargo, el costo humano y económico de estas medidas recae principalmente sobre las comunidades más marginadas.


Conclusión

El caso de Beef Master Meat Market ilustra cómo los operativos de ICE están transformando el tejido social y económico de comunidades latinas en Estados Unidos. Para Marco Antonio López y otros empresarios, el miedo generado por estas acciones no solo pone en peligro sus negocios, sino también la estabilidad de familias enteras que dependen de ellos.

Mientras tanto, organizaciones defensoras de los derechos humanos continúan documentando estos casos y exigiendo mayor transparencia y justicia en las acciones de ICE. Sin embargo, para muchos dueños de pequeños negocios, el daño ya está hecho, y el futuro parece cada vez más incierto.

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