JERUSALÉN, 21 de marzo.— El Ejército israelí emitió este jueves una orden de evacuación para las áreas costeras de Al Awda, Al Karama y Al Sultan, ubicadas entre Yabalia y la Ciudad de Gaza, en el norte de la Franja. La decisión se produjo después de que fuerzas israelíes interceptaran dos cohetes lanzados desde Gaza hacia territorio israelí, activando las alarmas antiaéreas en Ascalón, a unos 12 kilómetros de la Franja.
El portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, advirtió a la población palestina mediante mensajes difundidos en redes sociales:
«¡Esta es la última advertencia antes del ataque! Las organizaciones terroristas regresan y lanzan sus cohetes entre los civiles».
Escalada Militar en el Norte de Gaza
La orden de evacuación forma parte de una estrategia más amplia del Ejército israelí para intensificar su operación terrestre en la región, especialmente tras el inicio de una ofensiva en Beit Lahia, área cercana a las zonas sometidas a evacuación esta tarde. Además, se han emitido llamados previos para desalojar otras localidades clave, incluidas las zonas orientales de la ciudad sureña de Jan Yunis, la vecina Beni Suheila y la estratégica Beit Hanoun, en el norte.
Estas medidas han profundizado la crisis humanitaria en la Franja, ya que miles de civiles se ven obligados a abandonar sus hogares bajo la amenaza de ataques inminentes.
Bombardeos en Yabalia y Tuffah: Víctimas Civiles
Según la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, al menos una persona ha muerto en un bombardeo israelí en Yabalia, mientras que otro ataque aéreo en el barrio de Tuffah, en la Ciudad de Gaza, dejó un saldo devastador: seis menores de edad perdieron la vida.
El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza informó el jueves que al menos 591 palestinos han muerto y más de 1.000 han resultado heridos desde que Israel rompió el alto el fuego en la madrugada del martes con una oleada de bombardeos. De estos fallecimientos, 200 son menores de edad o niños, lo que refleja la vulnerabilidad extrema de la población civil en medio del conflicto.
Sin Reivindicación de Milicias Palestinas
Hasta el momento, ninguna milicia palestina en Gaza ha reivindicado los recientes lanzamientos de cohetes hacia territorio israelí. Sin embargo, el Ejército israelí ha responsabilizado a grupos armados como Hamás por utilizar a civiles como “escudos humanos”, acusación que Hamás niega.
El Gobierno de Hamás en la Franja ha denunciado repetidamente los bombardeos israelíes como ataques desproporcionados que causan un daño indiscriminado a la población civil y la infraestructura de Gaza.
Impacto Humanitario y Crisis en Aumento
Las órdenes de evacuación y los continuos bombardeos han exacerbado la ya precaria situación humanitaria en Gaza. Miles de familias han sido desplazadas, forzadas a buscar refugio en áreas consideradas más seguras dentro del enclave, aunque cada vez son menos las zonas libres de conflicto.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado su preocupación por la escalada militar y ha pedido moderación a ambas partes, instando a priorizar la protección de los civiles. Sin embargo, las acciones militares siguen intensificándose, con graves consecuencias para la población palestina.
Conclusión: Un Ciclo de Violencia Sin Fin
La reciente ofensiva israelí en Gaza, junto con los ataques con cohetes hacia territorio israelí, marca una nueva fase de violencia en un conflicto que parece no tener fin. Mientras el Ejército israelí justifica sus acciones como una respuesta necesaria a las amenazas de seguridad, los palestinos sufren las consecuencias directas de los bombardeos, con un número alarmante de víctimas civiles, especialmente niños.
Como señaló un comunicado del Ministerio de Sanidad palestino:
«La demografía más afectada sigue siendo la de los menores, quienes pagan el precio más alto en esta guerra».
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación, buscando formas de mediar y detener el derramamiento de sangre, aunque hasta ahora las iniciativas diplomáticas han tenido resultados limitados.
El futuro inmediato de Gaza parece incierto, con una población atrapada entre las tensiones políticas y militares de ambos bandos, pagando un alto precio humano por un conflicto que lleva décadas sin resolverse.