LIMA, 21 de marzo.— El Congreso de Perú aprobó este viernes la censura al ministro del Interior, Juan José Santiváñez, tras una votación que reflejó la creciente insatisfacción con su gestión frente a la ola de criminalidad que azota al país. Con 78 votos a favor, 11 en contra y 20 abstenciones, la moción presentada por la diputada progresista Susel Paredes superó los 66 votos necesarios establecidos en el reglamento parlamentario.

La decisión obliga al ministro a renunciar al cargo, lo que marca el séptimo cambio en el Ministerio del Interior desde que Dina Boluarte asumió la presidencia el 7 de diciembre de 2022. Ahora, la mandataria tendrá un plazo de 72 horas para designar a un nuevo titular de la cartera.


Reacción del Ministro: Aceptación de la Decisión

Tras conocerse la noticia de su censura, Santiváñez, quien participaba en un acto oficial, ofreció breves declaraciones a la prensa:

“Lo que estamos haciendo en este momento es aceptar la decisión del Congreso y con eso simplemente vamos a irnos (…) Es una decisión que toma el Congreso, que respetamos y vamos a seguir trabajando”, afirmó.

El ahora exministro destacó algunos logros durante su breve gestión, como mejoras salariales, equipamiento y derechos para la Policía Nacional de Perú (PNP). Sin embargo, sus palabras no lograron apaciguar las críticas que han marcado su paso por el ministerio.


Críticas Generalizadas en el Congreso

Durante el debate previo a la votación, legisladores de diversos partidos expresaron duras críticas hacia Santiváñez, al que responsabilizaron por la falta de resultados en la lucha contra la criminalidad, especialmente ante el crecimiento alarmante de delitos como la extorsión.

Uno de los más contundentes fue el congresista Álex Flores, de la Bancada Socialista, quien calificó al ministro como “uno de los peores ministros del Interior de las últimas décadas”:

“Se va sin pena ni gloria, dejando un legado nefasto de incapacidad, de enfrentamiento inútil entre instituciones que deberían estar luchando contra la criminalidad”, declaró Flores.

Otros legisladores señalaron las investigaciones abiertas por la Fiscalía en su contra, argumentando que parte de su tiempo en el cargo se dedicó a defenderse de estos casos personales. Además, criticaron sus ataques públicos a la prensa, lo que consideraron un desgaste innecesario en medio de una crisis de seguridad.

El parlamentario Diego Bazán, del partido ultraconservador Renovación Popular, defendió la moción de censura afirmando que, si el Congreso no actuaba, demostraría ser “un órgano que no serviría para nada”.

Por su parte, el congresista marxista Álex Flores, de Perú Libre, sostuvo que censurar a Santiváñez era necesario para no traicionar al pueblo peruano:

“Si no censuramos al ministro, sería una traición al clamor de los ciudadanos que exigen acciones efectivas contra la inseguridad”, señaló.


Defensa del Ministro y Argumentos en Contra de la Censura

No todos los legisladores apoyaron la medida. Algunos diputados que votaron en contra o se abstuvieron argumentaron que destituir a Santiváñez aumentaría aún más la inestabilidad política en un país que ya ha cambiado seis veces de ministro del Interior bajo la presidencia de Boluarte.

También responsabilizaron a gobiernos anteriores por la actual crisis de seguridad, señalando que los problemas estructurales no pueden resolverse en tan poco tiempo.


Un Contexto de Crisis

La censura a Santiváñez ocurre en medio de una escalada de violencia en Perú, donde los ciudadanos enfrentan una creciente sensación de inseguridad debido al aumento de delitos como la extorsión, el sicariato y el narcotráfico. Sectores de la sociedad han exigido respuestas más contundentes del gobierno, pero hasta ahora las medidas implementadas han sido insuficientes.

Este escenario ha generado tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo, así como dentro del propio Congreso, donde distintos bloques políticos buscan capitalizar el descontento popular.


Desafíos para Dina Boluarte

Con esta nueva censura, la presidenta Dina Boluarte enfrenta un reto adicional para nombrar a un ministro del Interior que pueda generar consenso y, sobre todo, resultados visibles en materia de seguridad. La alta rotación en el cargo ha dificultado la continuidad de políticas efectivas, profundizando la percepción de inestabilidad en el gobierno.

El próximo ministro deberá abordar urgentemente la crisis de seguridad, mejorar la coordinación entre las fuerzas del orden y recuperar la confianza de una población cada vez más frustrada por la falta de avances significativos.


Conclusión: Un Reflejo de la Inestabilidad Política

La censura de Santiváñez no solo evidencia la incapacidad del gobierno para enfrentar la ola de criminalidad, sino también la profunda fragmentación política que caracteriza al Congreso peruano. Mientras los legisladores debaten quién debe asumir la responsabilidad por la inseguridad, los ciudadanos siguen pagando las consecuencias de una crisis que parece lejos de resolverse.

Como afirmó uno de los congresistas durante el debate:

“El problema no es solo el ministro, sino un sistema que no logra garantizar seguridad ni estabilidad para los peruanos.”

El reto ahora es encontrar soluciones estructurales que trasciendan los cambios de personal y aborden las causas profundas de la violencia en el país.

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