KIEV, Ucrania, 15 de marzo.— La madrugada del sábado se vio marcada por una escalada en los ataques aéreos entre Rusia y Ucrania, con ambos bandos reportando más de 100 drones enemigos sobre sus territorios. Este intercambio de bombardeos ocurre menos de 24 horas después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, y el enviado estadounidense Steve Witkoff discutieran los detalles de la propuesta de Washington para un cese del fuego de 30 días en la guerra.


Un Escalofriante Intercambio de Drones y Misiles

La Fuerza Aérea de Ucrania informó que Moscú lanzó 178 drones y dos misiles balísticos durante la noche. Entre los drones utilizados se encontraban modelos de ataque tipo Shahed, así como otros diseñados para confundir las defensas ucranianas. Según las autoridades, alrededor de 130 aparatos fueron derribados y otros 38 se perdieron en ruta hacia sus objetivos.

Los ataques rusos impactaron infraestructura energética en las regiones de Dnipropetrovsk y Odesa, causando daños significativos. La empresa energética privada ucraniana DTEK confirmó que algunos residentes se quedaron sin electricidad debido a los bombardeos.

“Los daños son significativos. Los trabajadores ya están trabajando en el terreno. Estamos haciendo todo lo posible para restaurar la energía a los hogares lo antes posible”, declaró un portavoz de DTEK.

Por su parte, Rusia también sufrió daños colaterales. En la región de Volgogrado, los restos de un dron ucraniano provocaron un incendio cerca de una refinería de petróleo operada por Lukoil. El gobernador regional, Andrei Bocharov, confirmó el incidente pero aseguró que no hubo víctimas. Aeropuertos cercanos suspendieron temporalmente los vuelos como medida de precaución.


Acusaciones Mutuas y Tensiones Diplomáticas

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, acusó a Rusia de utilizar la diplomacia como una cortina de humo mientras aumenta sus fuerzas a lo largo de la frontera.

“El aumento de las fuerzas rusas indica que Moscú pretende seguir ignorando la diplomacia. Está claro que Rusia está prolongando la guerra”, afirmó Zelenskyy en un comunicado emitido el sábado.

El líder ucraniano también rechazó las afirmaciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien dijo que “miles” de soldados ucranianos estaban rodeados en la región rusa de Kursk.

“Continúa la operación de nuestras fuerzas en las zonas designadas de la región de Kursk. Nuestros soldados siguen conteniendo a las agrupaciones rusas y norcoreanas en la región de Kursk. No hay ningún cerco a nuestras tropas”, aseguró Zelenskyy.


Las Posturas de Putin y Kiev sobre la Propuesta de Tregua

Durante una conferencia de prensa el jueves, Putin señaló que, en principio, apoyaba la idea de una tregua, pero esbozó una serie de condiciones que deben cumplirse antes de aceptar cualquier acuerdo. Mientras tanto, Kiev ha respaldado públicamente la propuesta de alto el fuego negociada por Estados Unidos en Arabia Saudí, aunque funcionarios ucranianos han expresado dudas sobre si Moscú tiene intenciones genuinas de comprometerse con un acuerdo.

“Kiev ya ha dado su visto bueno, pero necesitamos ver acciones concretas de Rusia antes de confiar en cualquier tregua”, declaró un alto funcionario ucraniano bajo condición de anonimato.


Impacto en la Infraestructura Civil

Los ataques recientes han tenido un impacto devastador en la población civil. En Ucrania, los bombardeos a instalaciones energéticas dejaron a miles de personas sin electricidad en pleno invierno. En Rusia, aunque no se reportaron víctimas humanas tras el ataque en Volgogrado, la refinería de Lukoil es un objetivo estratégico clave que ha sido blanco de ataques ucranianos en múltiples ocasiones desde el inicio de la guerra hace más de tres años.

La refinería de Volgogrado, junto con otras instalaciones críticas, ha sido objeto de ataques con drones en repetidas ocasiones, con el último incidente registrado el 15 de febrero. Estos ataques subrayan la vulnerabilidad de la infraestructura energética en ambos países y cómo esta se ha convertido en un campo de batalla clave en el conflicto.


¿Una Ventana para la Diplomacia o una Nueva Escalada?

A pesar de los intentos diplomáticos liderados por Estados Unidos, los recientes eventos sugieren que ambas partes continúan priorizando las acciones militares sobre las negociaciones. Las declaraciones de Zelenskyy y las condiciones planteadas por Putin indican que aún existen profundas diferencias respecto a cómo debería implementarse un cese del fuego.

Mientras tanto, la población civil sigue pagando el precio más alto. Los cortes de energía, la destrucción de infraestructura y las pérdidas económicas han exacerbado la crisis humanitaria en Ucrania, mientras que los ataques a instalaciones estratégicas en Rusia han generado tensiones adicionales.


Conclusión: Un Futuro Incierto

El intercambio de ataques masivos con drones y misiles demuestra que, pese a las conversaciones diplomáticas, el conflicto entre Rusia y Ucrania sigue siendo extremadamente volátil. La falta de confianza mutua y las continuas operaciones militares hacen que las perspectivas de una tregua efectiva parezcan lejanas.

“La diplomacia solo funciona cuando ambas partes están realmente comprometidas con la paz. Por ahora, parece que ambos bandos están decididos a seguir luchando”, señaló un analista internacional.

Mientras tanto, millones de civiles en ambos países enfrentan las consecuencias directas de una guerra que no muestra signos claros de desescalar. La comunidad internacional observa con preocupación, consciente de que cualquier paso en falso podría llevar a una nueva escalada en uno de los conflictos más devastadores de las últimas décadas.

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