TORONTO, 6 de marzo.— El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dejó claro este jueves que Canadá no eliminará los aranceles impuestos el martes a productos estadounidenses hasta que la Administración del presidente Donald Trump cancele por completo sus gravámenes.

«No suspenderemos nuestros aranceles simplemente porque los estadounidenses hicieron un cambio ayer», declaró Trudeau durante una rueda de prensa en Ottawa.

Esta declaración refleja la firme postura de Canadá frente a la escalada comercial con Estados Unidos, después de que Washington aplicara aranceles del 25 % a productos canadienses y mexicanos esta semana, a pesar de que los tres países están vinculados por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).


La Suspensión Temporal para el Sector Automotriz

El miércoles, el Gobierno de Trump anunció una medida parcial: la suspensión temporal —por un mes— de los aranceles del 25 % al sector automotriz canadiense y mexicano. Sin embargo, esta decisión no parece haber sido suficiente para apaciguar las tensiones comerciales.

Para Trudeau, esta medida no aborda el problema central, que es la eliminación total de los gravámenes impuestos por EE.UU. Según el primer ministro, Canadá mantendrá sus represalias comerciales hasta que Washington retire completamente los aranceles que afectan a una amplia gama de productos canadienses.

«Los canadienses han demostrado ser buenos socios comerciales y esperamos lo mismo de EE.UU.», afirmó Trudeau, subrayando la importancia de resolver este conflicto de manera justa y equitativa.


Impacto de los Aranceles en la Relación Bilateral

La imposición de aranceles por parte de EE.UU. ha generado preocupación en ambos lados de la frontera. Para Canadá, uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, estas medidas representan un golpe significativo a sectores clave de su economía, incluidos los productos agrícolas, manufactureros y energéticos.

Por otro lado, las represalias canadienses también han impactado a importantes industrias estadounidenses, como el sector agrícola y manufacturero, creando incertidumbre en comunidades dependientes del comercio bilateral. Según analistas, esta guerra comercial podría tener efectos negativos tanto para las economías de EE.UU. como de Canadá si no se resuelve pronto.


Un Contexto de Tensión Diplomática

La disputa arancelaria se produce en un contexto de creciente tensión diplomática entre ambos países. El martes, tras la imposición inicial de los aranceles, Trudeau y Trump mantuvieron una conversación telefónica de 50 minutos que fue descrita como “acalorada”. Durante la llamada, Trump ofreció eliminar los gravámenes para algunos sectores específicos, pero Trudeau rechazó la propuesta, insistiendo en que Canadá no levantará sus represalias hasta que se eliminen todos los aranceles.

Además de los aranceles, otros temas, como el flujo de fentanilo hacia EE.UU., también han generado fricciones entre ambos líderes. En su plataforma Truth Social, Trump criticó a Trudeau por no hacer “lo suficiente” para detener el tráfico de esta droga, acusaciones que el primer ministro canadiense ha rechazado, destacando los esfuerzos de su gobierno en este ámbito.


Un Futuro Incierto para el Comercio Bilateral

La postura inflexible de Canadá refleja su determinación de no ceder ante lo que considera medidas injustas por parte de EE.UU. Mientras tanto, la suspensión temporal de los aranceles al sector automotriz parece ser solo un parche temporal que no aborda las causas profundas del conflicto.

Ambos países enfrentan la difícil tarea de encontrar una solución que proteja sus respectivas economías y preserve la relación comercial que ha sido fundamental para ambas naciones. Sin embargo, con posiciones tan divergentes, el camino hacia una resolución parece largo y complejo.

El mundo observa con atención cómo evoluciona este enfrentamiento, consciente de que una guerra comercial prolongada entre dos de las economías más grandes del mundo podría tener repercusiones globales significativas.

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