BOGOTÁ, 6 de marzo.— El gobierno del presidente Gustavo Petro anunció este jueves que presentará un nuevo proyecto de ley en el Congreso para regularizar el consumo recreativo de marihuana. Esta iniciativa, que busca reformar la Constitución, enfrenta un desafío significativo, ya que requiere superar ocho debates entre el Senado y la Cámara de Representantes, y ha sido rechazada en múltiples ocasiones en el pasado.
Un Cambio Radical en la Política de Drogas
El ministro del Interior, Armando Benedetti, confirmó que el proyecto será introducido a partir del 16 de marzo, aunque no proporcionó detalles específicos sobre su contenido. Sin embargo, esta propuesta forma parte de la estrategia del gobierno de Petro para transformar la política de drogas en Colombia, abandonando el prohibicionismo tradicional y promoviendo un enfoque basado en la salud pública.
“La marihuana no debería ser ilícita”, declaró Petro durante una reunión televisada con sus ministros el lunes. “Es una forma de quitarle su control a los narcotraficantes y buscar beneficios económicos”.
El presidente argumentó que legalizar el cannabis permitiría a Colombia aprovechar una “gran fuente de divisas” y reducir la violencia asociada con el tráfico de drogas. Según Petro, grandes zonas del país están atrapadas en un ciclo de violencia debido a la ilegalidad de sustancias como la marihuana, cuyo estatus jurídico está cambiando rápidamente en otras partes del mundo.
Antecedentes y Fracasos Previos
Esta no es la primera vez que el gobierno colombiano intenta avanzar en la regulación del consumo recreativo de marihuana. Al menos cinco iniciativas similares han fracasado en el Congreso en años recientes, incluidos dos intentos infructuosos en 2023. Uno de esos proyectos llegó a estar muy cerca de la aprobación, pero finalmente se hundió en las etapas finales.
Uno de los proyectos apoyados por el gobierno de Petro buscaba eliminar la prohibición para portar, producir, distribuir, vender y consumir cannabis y sus derivados por parte de mayores de 18 años. Además, proponía implementar una política pública integral de prevención y atención al consumo de sustancias.
Marco Legal Actual en Colombia
Actualmente, Colombia permite el porte de dosis personales de ciertas sustancias, siempre que no superen los límites establecidos:
- 20 gramos de marihuana.
- 5 gramos de hachís.
- 1 gramo de cocaína.
Este marco legal fue establecido bajo la premisa de que el consumo personal no debe ser penalizado, aunque la producción y distribución comercial siguen siendo ilegales.
Sin embargo, el gobierno de Petro busca ir más allá de estas regulaciones existentes, promoviendo un modelo similar al de países como Canadá o Uruguay, donde el cannabis es legal tanto para uso medicinal como recreativo.
Desafíos en el Congreso
El principal obstáculo para el proyecto es su naturaleza constitucional, lo que significa que debe superar ocho debates legislativos en el Congreso. Este proceso es largo y complejo, y los intentos anteriores han chocado con la resistencia de sectores conservadores y religiosos que se oponen a cualquier flexibilización de las leyes sobre drogas.
Además, algunos legisladores han expresado preocupaciones sobre los posibles efectos sociales y de salud pública de legalizar el consumo recreativo de marihuana. Estos grupos argumentan que podría aumentar el consumo entre menores de edad o normalizar el uso de sustancias psicoactivas.
Beneficios Económicos y Reducción de la Violencia
El gobierno de Petro insiste en que la legalización del cannabis podría tener beneficios significativos para Colombia:
- Generación de Divisas: La producción y exportación legal de marihuana podría convertirse en una importante fuente de ingresos para el país, especialmente en regiones afectadas por el conflicto armado y el narcotráfico.
- Reducción de la Violencia: Al quitarle el control del mercado del cannabis a los grupos criminales, se podría disminuir la violencia asociada con el tráfico de drogas.
- Enfoque en Salud Pública: Legalizar el consumo permitiría implementar políticas más efectivas de prevención y atención al consumo problemático, tratándolo como un tema de salud en lugar de uno penal.
Conclusión: Un Paso Hacia la Reforma, Pero con Incertidumbre
Aunque el gobierno de Petro ve la legalización del cannabis como una pieza clave de su política de drogas, el camino hacia su aprobación sigue siendo incierto. La resistencia en el Congreso y la necesidad de modificar la Constitución hacen que este sea un proceso difícil y prolongado.
Si logra avanzar, Colombia podría convertirse en uno de los primeros países de América Latina en adoptar un modelo integral de legalización del cannabis recreativo, siguiendo los pasos de naciones como Uruguay y Canadá. Sin embargo, si el proyecto fracasa nuevamente, el debate sobre las drogas en Colombia seguirá siendo un tema polarizante y pendiente en la agenda política.
El mundo observa cómo evoluciona esta iniciativa, consciente de que su éxito o fracaso podría influir en otros países de la región que también están reconsiderando sus políticas de drogas.