NUEVA YORK, 3 de marzo.- La creciente participación de Elon Musk en política está comenzando a afectar negativamente a Tesla, según expertos y datos recientes. Mientras que Musk ha construido su imperio como un innovador visionario, su incursión en la política de derecha está alienando a clientes potenciales y generando controversias que podrían estar erosionando la marca.
Las Ventas de Tesla en Declive
Los números no mienten: las ventas de Tesla están cayendo en mercados clave. Según datos de Jato Dynamics, las ventas de Tesla en Europa disminuyeron un 45% en enero, incluso mientras el mercado general de vehículos eléctricos (EV) experimentaba un crecimiento. En Alemania y Francia, dos de los mercados más importantes del continente, las ventas cayeron aproximadamente un 60% cada uno. En Estados Unidos, California —el mayor mercado de Tesla— también reportó una caída significativa en las ventas.
El analista senior de Jato, Felipe Munoz, señaló que parte de esta caída puede atribuirse a factores externos, como la competencia creciente de fabricantes europeos y chinos que ofrecen vehículos eléctricos con características similares a precios más competitivos. Sin embargo, también reconoce que las opiniones políticas de Musk están comenzando a tener un impacto tangible.
“Parte de la población no está contenta con sus opiniones, su activismo político,” dijo Munoz, quien inicialmente había restado importancia a la posibilidad de un boicot pero ahora está reconsiderando.
El Efecto de las Declaraciones Políticas de Musk
Musk, quien alguna vez fue “adornado por la izquierda” por su enfoque en la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, ha cambiado drásticamente su postura pública en los últimos meses. Su apoyo público al expresidente Donald Trump, incluida una donación de 270 millones de dólares a la campaña presidencial republicana, así como su liderazgo en una agencia que busca recortar drásticamente la nómina de empleados públicos, han generado una fuerte reacción.
Además, sus comentarios controvertidos sobre temas globales han exacerbado las tensiones. Por ejemplo:
- Llamó al primer ministro británico un “tirano maligno”.
- Apoyó abiertamente un partido de extrema derecha en Alemania.
- Afirmó que “Canadá no es un país real”, lo que provocó críticas en un importante mercado para Tesla.
Estas declaraciones han llevado a protestas frente a concesionarios de Tesla, actos de vandalismo contra vehículos de la marca y campañas en redes sociales promoviendo boicots. Incluso, algunos propietarios de Tesla han comenzado a vender sus autos o cancelar pedidos pendientes, como John Parnell, un residente de Ross, California, quien perdió un depósito de 100 dólares al cancelar su pedido del Cybertruck.
“Él está destruyendo la marca con su política,” dijo Parnell.
La Reacción Global
La reacción contra Musk y Tesla no se limita a Estados Unidos. En Europa, donde las sensibilidades políticas son particularmente agudas, las críticas han sido especialmente duras. Un ministro del gobierno polaco llegó a pedir un boicot a Tesla, mientras que en Alemania se proyectó una imagen de Musk haciendo un saludo asociado con ideologías extremistas en una fábrica de Tesla cerca de Berlín.
En Londres, un cartel irónico comparó a Musk con un símbolo de odio histórico, utilizando la palabra “swasticars” junto a su imagen. Estas acciones reflejan cómo la polarización política está afectando la percepción de la marca.
El Impacto Financiero
Las acciones de Tesla han sido un reflejo claro de estos problemas. Desde la juramentación de Trump, las acciones de Tesla han caído un 37%, lo que representa una pérdida de 550.000 millones de dólares en valor para los inversores. Aunque algunos analistas señalan que otros factores, como la competencia creciente y la transición hacia nuevos modelos, también están afectando a la empresa, muchos coinciden en que las acciones de Musk están exacerbando la situación.
“Musk piensa que puede decir lo que quiera y que Tesla no sufrirá ninguna consecuencia,” afirmó Seth Goldstein, analista de Morningstar. “Pero Tesla ya no está en un punto dulce. Ahora tiene competencia.”
Opiniones Divididas entre los Propietarios de Tesla
No todos los propietarios de Tesla están abandonando la marca. Algunos, como Harry Chathli, un residente de Londres, siguen siendo leales a la compañía y elogian a Musk por su visión transformadora.
“No tengo intención de deshacerme de mi Tesla S,” dijo Chathli. “Musk es un visionario que ha cambiado la forma en que pensamos sobre el transporte y el futuro de nuestro planeta.”
Sin embargo, otros, como Jens Fischer, un vendedor de microscopios de 50 años en Witten, Alemania, están reconsiderando su relación con la marca. Fischer acusa a Musk de “desestabilizar la democracia” y ha pegado una calcomanía en su Model 3 que dice: “Lo compré antes de que Elon se volviera loco.”
“Vendería si recibiera una buena oferta,” añadió Fischer.
Marketing y Polarización Política
Para expertos en marketing como Robert Passikoff, consultor de marcas de Nueva York, el problema radica en que Musk ha violado una regla fundamental del marketing: mantenerse alejado de la política.
“Es algo básico en el marketing: No te involucres en política,” afirmó Passikoff. “La gente dejará de comprar tus productos.”
Tesla solía atraer a profesionales adinerados y conscientes del medio ambiente, a menudo liberales, que compartían la visión de Musk sobre un futuro sostenible. Pero ahora, esa conexión emocional parece estar desapareciendo debido a sus posturas políticas divisivas.
Un Futuro Incierto para Tesla
Aunque Tesla sigue siendo líder en innovación tecnológica y movilidad eléctrica, su posición en el mercado está siendo amenazada por una combinación de factores: competencia creciente, transiciones de modelos y, sobre todo, las decisiones personales de Musk. Si bien algunos clientes siguen fieles a la marca, otros están abandonándola debido a las crecientes controversias políticas.
El desafío para Tesla será encontrar un equilibrio entre la visión de Musk y las expectativas de sus clientes. De lo contrario, el daño a la marca podría ser irreversible, poniendo en peligro no solo las ganancias de la empresa, sino también su legado como pionera en la revolución de los vehículos eléctricos.