Luis Rubiales, condenado a 10.800 euros de multa por agresión sexual por el beso a Jenni Hermoso

Luis Rubiales Condenado por Agresión Sexual: La Sentencia del Caso del Beso a Jennifer Hermoso

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MADRID, 20 feb.- El juez de lo Penal de la Audiencia Nacional, José Manuel Fernández-Prieto, ha condenado al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a una pena de 18 meses de multa con una cuota diaria de 20 euros (unos 10.800 euros en total) por un delito de agresión sexual relacionado con el polémico beso en la boca que dio a la jugadora Jennifer Hermoso tras la victoria de España en el Mundial de fútbol femenino en Sídney el 20 de agosto de 2023.

Además de la multa, la sentencia incluye una orden de alejamiento que prohíbe a Rubiales acercarse a Hermoso en un radio de 200 metros y comunicarse con ella durante un año. Sin embargo, el exdirigente ha sido absuelto del delito de coacciones, junto con otros tres acusados: el exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda, el exdirector de fútbol masculino Albert Luque y el exdirector de marketing de la RFEF Rubén Rivera.


La Decisión del Juez: Un Delito de “Menor Intensidad”

El juez consideró que el beso no cumplió con los requisitos de violencia o intimidación necesarios para encuadrar el caso en una categoría más grave de agresión sexual. En su lugar, lo clasificó dentro del artículo 178.4 del Código Penal, reservado para conductas de “menor intensidad”. Según el fallo, aunque el acto tuvo una “clara connotación sexual”, no anuló la voluntad de Hermoso ni se aprovechó Rubiales de su posición de poder como presidente de la RFEF.

El magistrado contextualizó el incidente dentro de la “euforia de la celebración” por un éxito histórico para el fútbol español, pero subrayó que el beso fue sorpresivo, sin consentimiento y con una clara implicación sexual, algo que no es habitual en las formas de saludo.


El Relato de Hechos Probados

Según el relato del juez, cuando Hermoso recibía la felicitación de Rubiales, este “sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos” y le dio un beso en los labios sin su consentimiento ni aceptación. Este gesto contrastó con cómo Rubiales saludó al resto de las jugadoras, a quienes abrazó y besó en las mejillas. El cambio de trato hacia Hermoso no fue justificado adecuadamente por el acusado, quien argumentó erróneamente que el beso podría haber sido motivado por el penalti fallado por la jugadora, algo que el juez consideró irrelevante tras la victoria.

El juez también destacó que el testimonio de Hermoso fue respaldado por sus compañeras, como Alexia Putellas, quien confirmó que la jugadora expresó su malestar inmediatamente después del incidente. Además, se rechazó la validez de un informe pericial de lectura de labios presentado por la defensa, ya que no pudo aclarar si hubo consentimiento verbal.


Absolución por Coacciones

En cuanto a las acusaciones de coacciones, el juez concluyó que las presiones ejercidas sobre Hermoso y otras personas cercanas a ella no alcanzaron la entidad necesaria para configurar un delito. Aunque se reconocieron ciertas acciones desafortunadas, como los mensajes enviados por Albert Luque a una amiga de Hermoso, estas no fueron consideradas como amenazas directas o intimidatorias.

El magistrado señaló que las peticiones realizadas a Hermoso para grabar un vídeo defendiendo a Rubiales o firmar un comunicado no implicaron violencia ni coerción suficiente para ser tipificadas como coacciones.


Reacción de Luis Rubiales

Tras conocer la sentencia, Luis Rubiales anunció que apelará la decisión ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. En declaraciones a EFE, afirmó que “seguirá peleando” y aseguró que recurrirá tanto la condena por agresión sexual como la orden de alejamiento.

Rubiales ha mantenido desde el principio que el beso fue consensuado y que su intención no era ofender a Hermoso. Sin embargo, el juez no encontró pruebas suficientes para respaldar esta versión y destacó inconsistencias en su testimonio, como el uso de términos diferentes (“besito” frente a “piquito”) para describir el acto.


Impacto Social y Deportivo

El caso ha generado un amplio debate en España y en el ámbito internacional sobre los límites del consentimiento, el respeto a las mujeres y la responsabilidad de los líderes deportivos. La decisión judicial refuerza la importancia de proteger la autonomía e integridad de las víctimas, incluso en contextos aparentemente festivos o espontáneos.

Por otro lado, la absolución por coacciones ha sido interpretada como un indicio de que las presiones posteriores al beso no cumplieron con los requisitos legales para constituir un delito. No obstante, el caso ha dejado una huella significativa en la imagen de la RFEF y ha puesto en evidencia la necesidad de reformas estructurales en la gestión del fútbol español.


Conclusión: Una Sentencia Histórica

La condena a Luis Rubiales marca un hito en la lucha contra la violencia sexual y el abuso de poder en el deporte. Aunque la pena impuesta es económica y no incluye prisión, el fallo envía un mensaje claro sobre la gravedad de realizar actos no consentidos, independientemente del contexto.

Sin embargo, la decisión de absolver a Rubiales y a los otros acusados de coacciones refleja las dificultades legales para tipificar ciertos comportamientos como delictivos. Mientras tanto, el recurso anunciado por Rubiales prolongará el proceso judicial, manteniendo vivo un caso que ha trascendido el ámbito deportivo para convertirse en un símbolo de la lucha por los derechos y la dignidad de las mujeres.

MADRID, 20 feb.- El juez de lo Penal de la Audiencia Nacional, José Manuel Fernández-Prieto, ha condenado al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a una pena de 18 meses de multa con una cuota diaria de 20 euros (unos 10.800 euros en total) por un delito de agresión sexual relacionado con el polémico beso en la boca que dio a la jugadora Jennifer Hermoso tras la victoria de España en el Mundial de fútbol femenino en Sídney el 20 de agosto de 2023.

Además de la multa, la sentencia incluye una orden de alejamiento que prohíbe a Rubiales acercarse a Hermoso en un radio de 200 metros y comunicarse con ella durante un año. Sin embargo, el exdirigente ha sido absuelto del delito de coacciones, junto con otros tres acusados: el exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda, el exdirector de fútbol masculino Albert Luque y el exdirector de marketing de la RFEF Rubén Rivera.


La Decisión del Juez: Un Delito de “Menor Intensidad”

El juez consideró que el beso no cumplió con los requisitos de violencia o intimidación necesarios para encuadrar el caso en una categoría más grave de agresión sexual. En su lugar, lo clasificó dentro del artículo 178.4 del Código Penal, reservado para conductas de “menor intensidad”. Según el fallo, aunque el acto tuvo una “clara connotación sexual”, no anuló la voluntad de Hermoso ni se aprovechó Rubiales de su posición de poder como presidente de la RFEF.

El magistrado contextualizó el incidente dentro de la “euforia de la celebración” por un éxito histórico para el fútbol español, pero subrayó que el beso fue sorpresivo, sin consentimiento y con una clara implicación sexual, algo que no es habitual en las formas de saludo.


El Relato de Hechos Probados

Según el relato del juez, cuando Hermoso recibía la felicitación de Rubiales, este “sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos” y le dio un beso en los labios sin su consentimiento ni aceptación. Este gesto contrastó con cómo Rubiales saludó al resto de las jugadoras, a quienes abrazó y besó en las mejillas. El cambio de trato hacia Hermoso no fue justificado adecuadamente por el acusado, quien argumentó erróneamente que el beso podría haber sido motivado por el penalti fallado por la jugadora, algo que el juez consideró irrelevante tras la victoria.

El juez también destacó que el testimonio de Hermoso fue respaldado por sus compañeras, como Alexia Putellas, quien confirmó que la jugadora expresó su malestar inmediatamente después del incidente. Además, se rechazó la validez de un informe pericial de lectura de labios presentado por la defensa, ya que no pudo aclarar si hubo consentimiento verbal.


Absolución por Coacciones

En cuanto a las acusaciones de coacciones, el juez concluyó que las presiones ejercidas sobre Hermoso y otras personas cercanas a ella no alcanzaron la entidad necesaria para configurar un delito. Aunque se reconocieron ciertas acciones desafortunadas, como los mensajes enviados por Albert Luque a una amiga de Hermoso, estas no fueron consideradas como amenazas directas o intimidatorias.

El magistrado señaló que las peticiones realizadas a Hermoso para grabar un vídeo defendiendo a Rubiales o firmar un comunicado no implicaron violencia ni coerción suficiente para ser tipificadas como coacciones.


Reacción de Luis Rubiales

Tras conocer la sentencia, Luis Rubiales anunció que apelará la decisión ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. En declaraciones a EFE, afirmó que “seguirá peleando” y aseguró que recurrirá tanto la condena por agresión sexual como la orden de alejamiento.

Rubiales ha mantenido desde el principio que el beso fue consensuado y que su intención no era ofender a Hermoso. Sin embargo, el juez no encontró pruebas suficientes para respaldar esta versión y destacó inconsistencias en su testimonio, como el uso de términos diferentes (“besito” frente a “piquito”) para describir el acto.


Impacto Social y Deportivo

El caso ha generado un amplio debate en España y en el ámbito internacional sobre los límites del consentimiento, el respeto a las mujeres y la responsabilidad de los líderes deportivos. La decisión judicial refuerza la importancia de proteger la autonomía e integridad de las víctimas, incluso en contextos aparentemente festivos o espontáneos.

Por otro lado, la absolución por coacciones ha sido interpretada como un indicio de que las presiones posteriores al beso no cumplieron con los requisitos legales para constituir un delito. No obstante, el caso ha dejado una huella significativa en la imagen de la RFEF y ha puesto en evidencia la necesidad de reformas estructurales en la gestión del fútbol español.


Una Sentencia Histórica

La condena a Luis Rubiales marca un hito en la lucha contra la violencia sexual y el abuso de poder en el deporte. Aunque la pena impuesta es económica y no incluye prisión, el fallo envía un mensaje claro sobre la gravedad de realizar actos no consentidos, independientemente del contexto.

Sin embargo, la decisión de absolver a Rubiales y a los otros acusados de coacciones refleja las dificultades legales para tipificar ciertos comportamientos como delictivos. Mientras tanto, el recurso anunciado por Rubiales prolongará el proceso judicial, manteniendo vivo un caso que ha trascendido el ámbito deportivo para convertirse en un símbolo de la lucha por los derechos y la dignidad de las mujeres.

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