LA PAZ, 20 feb.- El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) anunció este jueves que se unirá al partido político Frente para la Victoria (FPV) y se postulará como «candidato único» a la presidencia para las elecciones del próximo 17 de agosto. Este movimiento marca un hito en la política boliviana, ya que Morales pierde por primera vez en casi tres décadas el liderazgo del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), ahora controlado por el presidente Luis Arce, de quien está profundamente distanciado.


Un Nuevo Partido Político: Frente para la Victoria

Desde su bastión político y sindical en el Trópico de Cochabamba, donde permanece protegido por sus seguidores para evitar una orden de captura en su contra por un caso de trata agravada de personas, Morales declaró: «¡Ya tenemos el partido para participar en las elecciones de este año!». Junto a sus fieles simpatizantes, anunció que buscará retornar al poder bajo las siglas del FPV, liderado por Eliseo Rodríguez.

«Con el Frente para la Victoria nuevamente vamos a ganar las elecciones nacionales (…) quiero que sepan que no hay ningún condicionamiento, acá es todo para salvar Bolivia», afirmó Morales, destacando que el objetivo principal es resolver los problemas de justicia, economía y otros temas urgentes que afectan al país.

El acuerdo firmado entre el bloque liderado por Morales y el FPV establece que el exmandatario será el «candidato único» a la presidencia, mientras que el nombre del postulante a la vicepresidencia será definido posteriormente. Según Eliseo Rodríguez, existe una «coincidencia» en principios y valores entre ambas fuerzas políticas, enfocados en sacar a Bolivia de la «crisis profunda» que enfrenta.


La Pérdida del Control del MAS

Morales dejó de ser el líder del MAS después de casi 30 años al frente del partido, tras la validación judicial y electoral de un congreso realizado en mayo de 2024 por el ala afín al presidente Luis Arce, conocida como el «arcismo». En dicho congreso, fue elegido como nuevo líder del partido gubernamental el dirigente Grover García, consolidando el distanciamiento entre Arce y Morales.

Este distanciamiento, iniciado en 2021, se profundizó debido a diferencias en la administración del Estado y la estrategia política para las próximas elecciones. Mientras Morales insiste en mantener su influencia y candidatura, Arce busca consolidarse como la figura central del MAS, apoyado por el control del aparato estatal.


La Controversia sobre la Reelección de Morales

A pesar de un fallo constitucional que limita la reelección en Bolivia a «una única vez» de forma continua o discontinua, Morales asegura que está habilitado para postularse nuevamente. Durante su carrera política, Morales gobernó el país durante tres períodos consecutivos (2006-2009, 2010-2014 y 2015-2019), y su intento de buscar un cuarto mandato en 2019 desencadenó una crisis política que lo llevó a renunciar y exiliarse temporalmente en México y Argentina.

Ahora, Morales argumenta que su candidatura es necesaria para «salvar a Bolivia» y sacarla de la crisis económica y social que atraviesa. Sin embargo, su postulación enfrentará múltiples desafíos legales y políticos, especialmente si organismos electorales o judiciales cuestionan su elegibilidad.


El FPV: Un Aliado Controvertido

El Frente para la Victoria (FPV) participó en las elecciones frustradas de 2019 y en 2020 impulsó la candidatura del pastor evangélico coreano-boliviano Chi Hyun Chung, quien fue criticado por copiar el plan de gobierno de un partido peruano. Aunque el FPV no ha logrado consolidarse como una fuerza política relevante hasta ahora, la incorporación de Morales podría revitalizarlo y convertirlo en un actor clave en las próximas elecciones.

Eliseo Rodríguez, líder del FPV, destacó que la alianza con Morales busca priorizar los intereses de los sectores más vulnerables y encontrar soluciones a la crisis económica que enfrenta el país. «La única condición que tenemos es para bien de los pobres para sacar de esta crisis profunda», afirmó.


El Escenario Político hacia las Elecciones de Agosto

Las elecciones del 17 de agosto prometen ser una de las más polarizadas en la historia reciente de Bolivia. Por un lado, el presidente Luis Arce se perfila como el candidato natural del MAS, respaldado por el control del aparato estatal y la falta de figuras alternativas dentro de su bloque político. Por otro lado, Evo Morales busca reconquistar el poder desde el FPV, confiando en su base leal y su capacidad para movilizar a los sectores rurales e indígenas.

El anuncio de Morales llega un día antes de que el MAS realice un congreso para definir los mecanismos de selección del binomio oficialista, excluyendo explícitamente al exmandatario. Este evento evidencia la ruptura definitiva entre las dos facciones que alguna vez formaron parte del mismo movimiento político.


Una Lucha por el Futuro de Bolivia

La decisión de Evo Morales de postularse bajo las siglas del FPV refleja su determinación por mantenerse vigente en la política boliviana, incluso fuera del partido que fundó y lideró durante décadas. Sin embargo, su candidatura enfrentará importantes obstáculos legales, políticos y sociales, especialmente en un contexto marcado por divisiones internas y tensiones entre diferentes actores políticos.

Mientras tanto, el presidente Luis Arce intentará consolidar su liderazgo dentro del MAS y presentarse como la opción más viable para garantizar la continuidad del proyecto político iniciado por Morales, aunque con un enfoque renovado. El futuro de Bolivia dependerá de cómo estas dinámicas influyan en el electorado y en la capacidad de ambos líderes para conectar con las demandas y aspiraciones de la población.

El escenario político boliviano sigue siendo incierto, pero lo que está claro es que las elecciones de agosto marcarán un punto de inflexión en la historia contemporánea del país.

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