Ciudad de México, 13 feb.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció este jueves que su gobierno podría emprender acciones legales contra Google, parte del grupo estadounidense Alphabet, debido al cambio de nombre del Golfo de México en los mapas digitales de la empresa. Este conflicto surge tras un reciente decreto emitido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que renombra esta área geográfica como “Golfo de América”. Sin embargo, según Sheinbaum, el alcance del decreto se limita únicamente a la plataforma continental bajo soberanía estadounidense, y no abarca la totalidad del cuerpo de agua compartido por varios países.
“Con quien sí tenemos una disputa en este momento es con Google (…) Y si es necesario, vamos a una demanda civil”, declaró la mandataria durante su conferencia matutina. Sheinbaum criticó a la empresa por lo que considera un error en la interpretación del decreto firmado por Trump, señalando que el cambio de nombre afecta incluso áreas correspondientes a la plataforma continental mexicana.
El Decreto de Trump y su Alcance Limitado
Sheinbaum explicó que el decreto emitido por Trump solo se refiere a la porción de la plataforma continental que pertenece a Estados Unidos y donde ese país ejerce soberanía. “Si hubiera alguna atribución del gobierno de Estados Unidos, como está en el decreto firmado, es solamente sobre su pedacito de plataforma continental”, afirmó la presidenta.
Para abordar la situación, el gobierno mexicano envió una carta formal a Google a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, explicando las implicaciones del decreto y las normas internacionales que regulan la denominación de áreas geográficas. Según Sheinbaum, la empresa ha mantenido su postura pese a las aclaraciones proporcionadas.
“Si siguen insistiendo, nosotros también (…), estamos pensando incluso una demanda, porque incluso están nombrando sobre el territorio mexicano, que es nuestra plataforma continental”, advirtió la mandataria.
Google y su Respuesta Diferenciada para Usuarios
Google ha justificado su decisión argumentando que los usuarios de su aplicación Maps en Estados Unidos verán el nombre “Golfo de América”, mientras que los usuarios mexicanos seguirán viendo “Golfo de México”. Para el resto del mundo, la plataforma mostrará ambos nombres. Sin embargo, esta solución no ha satisfecho al gobierno mexicano, que considera que el cambio viola principios de soberanía territorial y normas internacionales.
Apple, por su parte, también adoptó el nuevo nombre “Golfo de América” para los usuarios estadounidenses de su aplicación de mapas, cumpliendo así con la orden ejecutiva de Trump. Esto ha generado preocupación entre expertos en cartografía y relaciones internacionales, quienes advierten que estas modificaciones podrían tener implicaciones diplomáticas más amplias.
La Respuesta Irónica de Sheinbaum a Trump
A finales de enero, la presidenta Sheinbaum respondió con ironía al decreto de Trump, sugiriendo que Estados Unidos debería llamarse “América Mexicana”, basándose en mapas del siglo XVII, cuando gran parte del actual territorio occidental estadounidense pertenecía a México. Este comentario fue interpretado como una forma de resaltar la inconsistencia histórica detrás del cambio de nombre propuesto por Trump.
“Lo que le estamos diciendo a Google es: ‘revisa el decreto que emitió la Casa Blanca y que firmó el presidente Trump. Verás en ese decreto que no se refiere a todo el Golfo, sino a la plataforma continental'”, reiteró Sheinbaum durante su intervención.
El Papel de Google en el Mapeo Global
La presidenta argumentó que, aunque Google es una empresa privada, su influencia en el mapeo global la convierte en una referencia clave para millones de personas en todo el mundo. Por ello, considera que la compañía tiene una responsabilidad especial en garantizar que sus mapas reflejen información precisa y respeten las normativas internacionales.
“Google no puede simplemente cambiar nombres de áreas geográficas sin considerar las implicaciones políticas, históricas y jurídicas”, enfatizó Sheinbaum.
Este conflicto pone de manifiesto las tensiones que pueden surgir cuando decisiones políticas nacionales impactan plataformas tecnológicas globales. Además, plantea preguntas sobre cómo las empresas de tecnología deben equilibrar las demandas de diferentes gobiernos sin comprometer la precisión y neutralidad de sus servicios.
Un Desafío Diplomático y Legal
La posible demanda contra Google marca un nuevo capítulo en las relaciones entre México y las grandes empresas tecnológicas estadounidenses. Si bien el gobierno mexicano busca defender su soberanía territorial, enfrenta el desafío de demostrar que los cambios realizados por Google tienen repercusiones legales y no son meramente interpretaciones técnicas o comerciales.
Por ahora, la disputa sigue abierta, y tanto Google como otras empresas tecnológicas involucradas en el mapeo global estarán bajo escrutinio para determinar cómo manejan conflictos similares en el futuro. Mientras tanto, el caso resalta la importancia de los mapas digitales como herramientas de poder simbólico y político en el mundo contemporáneo.