Washington, 12 de febrero de 2025 – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , ha confirmado que los aranceles al aluminio y acero provenientes de México y Canadá ascenderán al 50 % , duplicando el gravamen global del 25 % impuesto esta semana. Esta medida se suma a otros aranceles previamente anunciados sobre bienes canadienses y mexicanos, lo que coloca a estos países en una situación más desfavorable que otros exportadores globales.


El Impacto del Doble Gravamen

Los nuevos aranceles entrarán en vigor el 12 de marzo , según las órdenes ejecutivas firmadas por Trump el lunes. Sin embargo, la razón detrás del incremento al 50 % para México y Canadá radica en la combinación de dos medidas:

  1. Un arancel global del 25 %: Aplicable a todos los países exportadores de aluminio y acero.
  2. Un segundo arancel del 25 %: Específico para bienes mexicanos y canadienses, que entrará en vigor el 4 de marzo .

Inicialmente, Trump planeaba aplicar el gravamen general del 25 % a principios de febrero, pero decidió posponerlo tras llegar a un acuerdo con líderes de ambos países para reforzar el control fronterizo, combatir el tráfico de fentanilo y reducir el flujo migratorio. No obstante, si no se logra una nueva prórroga, los exportadores de aluminio y acero de México y Canadá enfrentarán un arancel acumulado del 50 % .


México y Canadá: Socios Clave en la Cadena de Suministro

La decisión tiene implicaciones significativas debido a la interdependencia económica entre EE.UU., México y Canadá:

  • Canadá es el principal proveedor de acero y aluminio de EE.UU., proporcionando casi dos tercios del suministro total de aluminio que utiliza el país.
  • México ocupa el segundo lugar como origen de las importaciones de acero estadounidenses, según datos del Instituto Americano del Hierro y el Acero .

Estas industrias están profundamente integradas en la cadena de suministro regional, especialmente en sectores como la automoción, donde los componentes cruzan múltiples veces las fronteras antes de su ensamblaje final. Un aumento en los costos de materiales podría elevar los precios de productos como vehículos y electrodomésticos, afectando tanto a consumidores como a empresas.


Trump y su “Palabra Más Hermosa”: Los Aranceles

Trump ha defendido repetidamente los aranceles como una herramienta clave para proteger la industria manufacturera estadounidense, que ha enfrentado desafíos en los últimos años debido a la competencia de materiales más baratos importados bajo acuerdos de libre comercio. Durante su discurso, calificó los aranceles como «la palabra más hermosa en el diccionario» y destacó su uso como estrategia de negociación para obtener concesiones en temas como comercio, migración y seguridad.

Además de los aranceles al aluminio y acero, Trump ha impuesto recientemente un gravamen adicional del 10 % a China , sumándose a los ya vigentes desde su primer mandato (2017-2021). Esto provocó una respuesta inmediata de Pekín, que anunció represalias con nuevos aranceles sobre productos estadounidenses.


Próximos Pasos: Aranceles Recíprocos

El presidente también adelantó que en los próximos días anunciará «aranceles recíprocos», diseñados para igualar los gravámenes que otros países aplican a las exportaciones estadounidenses. Aunque no especificó qué naciones serán afectadas, Trump ha criticado abiertamente el 10 % de arancel que la Unión Europea impone a los automóviles importados , comparándolo con el 2,5 % que EE.UU. aplica a los vehículos europeos.

Esta estrategia podría intensificar tensiones comerciales con socios clave como la UE, Japón y otros países, lo que podría derivar en una escalada de medidas proteccionistas a nivel global.


Reacciones y Preocupaciones

Las nuevas tarifas han generado preocupación entre las industrias manufactureras y agrícolas, que dependen de la integración económica con México y Canadá. Expertos advierten que los aranceles podrían aumentar los costos de producción, reducir la competitividad de las empresas estadounidenses y generar represalias comerciales.

Por otro lado, algunos sectores industriales internos aplauden la medida, argumentando que protege empleos y fomenta la producción local. Sin embargo, la eficacia de los aranceles como herramienta de política económica sigue siendo objeto de debate.

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